Rubén Lucio González, el femicida de Norma Quiroga, asesinada en 2019, fue condenado a prisión perpetua este miércoles. La Fiscalía había pedido esa pena que luego del juicio oral y público dictaron los jueces de Primera Instancia Rodolfo Zvala, Nicolás Vico Gimena e Ismael Manfrín.
Según la acusación el hombre había privado ilegítimamente de la libertad a la víctima, que tenía 53 años, para someterla a amenazas, golpizas y reiterados abusos sexuales. Un compendio de agresiones en un contexto de violencia de género que provocó la muerte de Quiroga en agosto de 2019.
Norma y Laura pasaron las semanas previas privadas de su libertad y sometidas a la violencia de González. Provenientes de la comunidad Qom en Chaco, se habían instalado en la zona suroeste de la ciudad, en pasaje 1821 al 6200, lugar en el que ocurrieron los hechos llevados a juicio.
Según la acusación del fiscal Ávila, el ahora femicida condenado era agresivo desde los inicios de la relación, pero principalmente durante los últimos años: ejerció violencia de género en forma física, psicológica, sexual y económica contra Norma.
Y, al menos desde principios de agosto de 2019 la mantuvo a ella y a su hija, secuestradas, con ventanas tapiadas y puertas trabadas para que no escaparan, amenazadas de muerte y hambreadas.
Ese mes de encierro le produjo a su hija Laura graves problemas de salud, a tal punto que por indicación de los profesionales que la atendieron, debió declarar en cámara Gesell, usualmente usada con niños, pese a tener más de 30 años.
Mediante amenazas de muerte la mujer fue víctima de agresiones físicas y psicológicas, privándola también de asistencia médica. Finalmente, el 28 de agosto de 2019 González abusó sexualmente de Quiroga, la golpeó y la ahorcó hasta matarla.
El fiscal había pedido la prisión perpetua por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por ser cometida mediante amenazas y violencias y por resultar un grave daño a la salud de la víctima. También por abandono de persona agravado por el vínculo, abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante agravado por resultar un grave daño a la salud de la víctima. Y finalmente por el homicidio calificado por el vínculo y dentro de un contexto de violencia de género.
Por fallo unánime, los jueces Rodolfo Zvala, Nicolás Vico Gimena e Ismael Manfrín resolvieron condenar a González a prisión perpetua.
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