Un nuevo ataque en la madrugada de este miércoles hizo arder en llamas la sede del Club Atlético Rosario Central de calle Mitre al 800. Según trascendió, arrojaron piedras y luego desataron el incendio que provocó daños de consideración en la estructura del local. En esa línea, un custodio tuvo que ser derivado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
La fiscal Raquel Almada, a cargo de la investigación, estimó que el ataque incendiario fue entre las doce de la noche y la 1 de la madrugada. En esa línea, sostuvo que se desarrollan pericias en el lugar para establecer dónde se inició el foco ígneo y hasta dónde alcanzan los daños. “El fuego subió por la escalera hasta la planta alta”, manifestó en el lugar.
El violento hecho se enmarca en la escalada de ataques vandálicos vinculados a los clubes rosarinos que se inició con la destrucción del icónico busto de Isaac Newell en el Parque Independencia y que tuvo como presunta represalia un ataque con fuego en la subsede de Cruce Alberdi.
Por segunda vez en un puñado de días, los bomberos fueron convocados; esta vez por el incendio en Mitre entre Córdoba y Rioja, más precisamente en la sede céntrica del Canalla.
De acuerdo a las primeras informaciones, el personal de seguridad del club habría detectado a dos personas que llegaron hasta la puerta de la sede y comenzaron arrojando piedras y botellas con combustibles (podrían ser bombas molotov) incendiando el lugar.
El empleado de seguridad tuvo que ser asistido por el Sies y posteriormente trasladado al Heca con lesiones en sus brazos, mientras personal de Bomberos Zapadores y Voluntarios se abocaron a controlar el fuego.
La investigación en torno a los hechos de vandalismo suma un nuevo episodio en una zona plagada de cámaras de videovigilancia. De hecho, se espera contar con ese registro para intentar dilucidar las identidades de los agresores e intentar poner paños fríos a la caliente disputa que se desató y que luce en franco ascenso.