El presidente Javier Milei presentó este lunes en el Movistar Arena su nuevo libro, La Construcción del Milagro, en un acto que combinó arengas, discursos, canciones interpretadas por él mismo y mensajes políticos de tono exaltado.
Durante casi dos horas, el mandatario se movió entre el atril y el escenario, acompañado por lo que bautizó como “La banda presidencial”, integrada por colaboradores y legisladores libertarios. Allí, con su clásico combo de camperas, el presidente se lanzó a cantar fragmentos de temas de rock nacional y clásicos populares, entre gritos, gestos y consignas dirigidas a sus seguidores.
La presentación ocurrió en medio de una semana convulsionada para el Gobierno, marcada por la renuncia del diputado José Luis Espert a su candidatura en Buenos Aires, aunque Milei evitó mencionarlo. En cambio, concentró sus agradecimientos en Karina Milei, Santiago Caputo y las Fuerzas del Cielo, a quienes definió como el núcleo espiritual de su espacio.
“Quiero darle las gracias a todos los que hicieron posible que yo esté aquí: a los funcionarios, legisladores, al triángulo de hierro, a Karina y Santiago, y a los jóvenes de La Libertad Avanza”, expresó ante un auditorio que respondió con cánticos y aplausos.
En su lista de canciones figuraron Demoliendo Hoteles, No me arrepiento de este amor, Dame fuego y una versión adaptada de Tu vicio, de Charly García, rebautizada por el propio presidente como “Soy capitalista”.
Cada interpretación fue acompañada por discursos donde Milei mezcló religión, política y autocelebración. “La victoria en la batalla no depende de la cantidad de soldados sino de las fuerzas que vienen del cielo”, proclamó, en uno de los tramos más comentados. También retomó su enfrentamiento con el kirchnerismo: “¿Escuchaste, kirchnerista? Pudiste ganar un round, pero no ganaste la batalla ni la guerra”.
En medio del clima eufórico, el presidente volvió a prometer el fin de la inflación para mitad del año que viene, y anunció una reforma tributaria que —según dijo— comenzará “el 11 de diciembre” para “sacarle la bota del cuello al sector privado”.
El acto derivó luego en una secuencia confusa: tras anunciar que debía “bañarse para vestirse de presidente”, Milei abandonó el escenario entre aplausos y desconcierto. A continuación, el vocero presidencial Manuel Adorni subió para entrevistarlo, luego de una introducción del escritor Agustín Laje, referente de la ultraderecha conservadora y habitual orador del espacio libertario. Milei reapareció con traje y corbata, abrazado de una bandera argentina para el mano a mano con Adorni.
Las repercusiones fueron inmediatas. El diputado Itai Hagman ironizó en redes: “Si en vez de dedicarse a la política hubiera ido a La Voz, nos habríamos ahorrado bastantes desgracias”. La dirigente Myriam Bregman escribió: “Realmente, son una banda”, en alusión tanto al grupo improvisado del escenario como al Gobierno. El neurólogo Facundo Manes, por su parte, definió el evento con una sola palabra: “Narnia”.
