Natalia Ocampo, de 47 años, y César Gastón Valenzuela, de 48, fueron asesinados este domingo por Aníbal Ramón C., de 61 años, en una vivienda de calle Uruguay al 5300, en barrio Triángulo. La mujer había denunciado al agresor, su ex pareja, por amenazas 15 días antes del ataque, y contaba con una medida de restricción que le prohibía acercarse a ella.
El hecho ocurrió poco después de las 13.30, cuando el hombre ingresó al domicilio —presuntamente con un juego de llaves que aún tenía en su poder— y les disparó a ambas víctimas. El ataque se produjo en el interior de la casa, donde Ocampo alquilaba habitaciones. Valenzuela vivía allí desde hacía aproximadamente un mes.
Uno de los inquilinos que también residía en el lugar resultó ileso. Fue quien dio aviso a la policía. Los agentes que llegaron a la escena encontraron a las dos víctimas sin vida, con heridas de arma de fuego.
El fiscal Alejandro Ferlazzo, a cargo de la investigación, confirmó que entre Ocampo y el agresor existía una relación de más de 15 años y que recientemente ella había decidido alejarse de la convivencia, tras realizar una denuncia por amenazas. “Había una medida de restricción vigente y una causa en trámite”, indicó. También señaló que no se encontraron signos de violencia en las cerraduras, lo que refuerza la hipótesis de que usó llaves que se había llevado tiempo atrás.
Horas después del doble homicidio, Aníbal Ramón C. se presentó en la comisaría 19ª acompañado por dos personas de su entorno. Allí realizó una manifestación espontánea en la que indicó el lugar donde había escondido el arma. Personal policial y Bomberos Zapadores la encontraron más tarde en la casa de su hermana, sobre un tanque de agua. Será peritada para confirmar si fue utilizada en el crimen.
El acusado quedó detenido y será imputado en los próximos días. La Fiscalía ya adelantó que solicitará la prisión preventiva y que el caso será calificado como homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio) en el caso de Ocampo, y homicidio simple en el caso de Valenzuela. La pena prevista para este tipo de delitos es de prisión perpetua.
