El fiscal Adrián Spelta, a cargo de la investigación sobre el crimen de Máximo Geres, el nene de 11 años asesinado en una balacera, afirmó que el nene estaba jugando con amigos a metros de un kiosco de droga en Cabal al 1300 bis, cuando pasaron desde un vehículo y abrieron fuego contra ellos, ajenos a la situación. “Se han pasado todos los límites”, consideró el funcionario judicial, en declaraciones similares a las vertidas por otros fiscales luego del secuestro seguido de asesinato de Lorenzo ‘Jimi’ Altamirano semanas atrás frente al estadio de Newell’s.
“Lo que nosotros podemos adelantar es que hay una puja territorial entre una banda que está hace tiempo en esa zona, y otra que no es de la zona, pero se pelea por el territorio para la venta de estupefacientes. En esos ataques entre ellos, cuatro chicos estaban jugando cerca del objetivo principal y uno falleció”, dijo Spelta.
El fiscal dejó en claro que el nene asesinado no tenía ningún vínculo familiar con Mauro Gerez, un conocido preso que está imputado por operar una célula de Los Monos en los barrios Ludueña y Empalme Graneros. “La familia es gente que está en el barrio, que colabora. Tiene un comedor barrial. Es gente que apoya a la comunidad y está ajena a las situaciones delictivas”, agregó.
En relación a la ametralladora y la pistola calibre 9 milímetros que fueron incautadas por el Comando Radioeléctrico a metros del crimen, Spelta explicó: “Se fue a buscar a las personas que fueron señaladas como el objetivo. Hubo una persecución y se secuestró una FMK vieja y una pistola en buen estado de conservación, más una moto con una mancha de sangre. Podríamos tener algún indicio sobre hacia quiénes estaba dirigido el ataque”.
Por su parte, añadió que el adolescente de 13 años herido de bala en el pecho en la misma emboscada “evoluciona favorablemente”, mientras que los otros dos lesionados (Naiara N., de 2 años, y Salomón L. de 13) “están fuera de peligro”. Todos están internados en el Hospital de Niños Zona Norte.
Puro dolor
Antonia, la tía de Máximo, el nene asesinado el domingo pasado en Empalme Graneros, se quebró de dolor este lunes en el velatorio que se llevó adelante en el club Los Pumas con fuerte presencia policial. La mujer, que también es tía de los tres chicos que resultaron heridos en la balacera fatal, aseguró que la familia, que pertenece a la comunidad Qom, no tiene ninguna vinculación con el mundo delictivo ni con ninguna persona relacionada a la criminalidad.
En declaraciones a Radiopolis (Radio 2) y a Cada Día (El Tres), la tía del menor asesinado, se mostró totalmente abatida por la situación de máxima violencia de la que fue testigo. “Estábamos en Cabal y Pasaje San José, salimos a tomar tereré y un auto negro con vidrios polarizados empezó a tirar”, sostuvo. Según contó, sus sobrinos y otros chicos de la comunidad estaban comiendo unas pizzas, que ella había elaborado.
“No nos metemos con nadie, estamos muy dolidos, nos tocaron un chico de la comunidad que no se mete con nadie. ¿Dónde está la Policía? La Policía de Rosario no nos sirve”, señaló ante la prensa. “Era un chico muy querido por la comunidad, jugaba con la pelota, es conocido en el barrio. Quien mata a mi sobrino tenga conciencia de que quebró una familia que nunca le hizo nada. Estamos de luto. ¿Quién me devuelve a mi sobrino? Nos arruinaron la vida”, concluyó.