La Justicia rosarina confirmó la condena a prisión perpetua para dos hombres por el asesinato de un hombre al que le dispararon en el frente de su casa de zona oeste, a la que luego ingresaron a robar. De esa manera, quedó ratificado el fallo de primera instancia de octubre del año pasado, en el que se había dispuesto la perpetua a Alan Federico N. y Blas Joel R.
Habían sido condenados por presentarse junto a una tercera persona en la vivienda de la víctima Héctor Albino Almaraz, efectuarle disparos para luego ingresar a su casa y sustraerle elementos. El crimen fue perpetrado el 26 de septiembre de 2018 en inmediaciones de Garzón y ex Pasaje 1805 al 6000.
Salvador, Ivaldi Artacho y Llaudet, jueces de Segunda Instancia, tuvieron por admitida la audiencia y fallaron confirmar íntegramente la sentencia apelada por la defensa, disponiendo la condena de prisión perpetua en primera instancia.
El fiscal Patricio Saldutti, de la Unidad de Homicidios Dolosos, les atribuyó el hecho ocurrido el 26 de septiembre de 2018 a las 14 horas aproximadamente en la zona de Garzón y ex Pasaje 1805 “Demetris” al 6000 de la ciudad de Rosario, cuando los imputados junto a un tercer hombre aún no identificado se hicieron presentes en la zona a bordo de un auto Peugeot 206, descendieron los imputados portando armas de fuego, se dirigieron hacia el domicilio de la víctima Héctor Albino Almaraz, que se encontraba sentado a su ingreso y le efectuaron un disparo en zona del tórax, ocasionándole el fallecimiento.
Luego ingresaron al domicilio dentro del cual se encontraba la pareja de la víctima, a quien le propinaron golpes de puño haciéndola caer y luego sustrajeron de dicho domicilio un espejo, un televisor, entre otras pertenencias no identificadas y se retiraron hacia la intersección de calle Garzón y Demetris, donde ascendieron al coche y se escaparon.
Héctor Albino Almaraz tenía 70 años y fue asesinado cuando estaba en la puerta de su casa por ladrones que le dispararon al pecho para robarle el dinero de siete pensiones por discapacidad que había cobrado su familia, afectada por una enfermedad genética, aunque huyeron sólo con un televisor y un espejo luego de golpear a su esposa.
Tres semanas después del crimen, al enterarse de que era buscado por la policía, se presentó en la sede fiscal Blas Joel Rodríguez, un electricista de 21 años sin antecedentes penales. En enero de 2019 fue aprehendido Alan Federico Núñez, un albañil de 27.