El juvenil Ramiro Sordo fue el inesperado protagonista de la noche en el Coloso para la victoria de Newell’s sobre Patronato, resultado que vuelve a instalar a la Lepra en los puestos de clasificación de la Zona A de la Copa de la Liga. Fue un trabajado 1-0 por la décima fecha del campeonato, en un duelo en el que el equipo de Javier Sanguinetti recién pudo destrabar el cerrojo defensivo entrerriano a los 33’ del segundo tiempo.
Luego del golpe anímico que resultó la derrota en la jornada pasada ante Unión en Santa Fe, la Lepra regresó al Coloso con su gente y sacó adelante un partido que parecía destinado a terminar con una paridad en cero. Ahora, Newell’s se ubica tercero e iguala la línea de River en el segundo lugar de la tabla con 19 unidades.
Los de Sanguinetti mostraron su superioridad durante el primer cuarto de hora del encuentro pero lentamente fue entrando en el juego que proponía Patronato. Juanchón García no estuvo fino en la zona de definición y el mediocampo no encontró una dinámica funcional a sus necesidades. Apenas un par de conexiones con chispazos del intermitente Nicolás Castro.
A los 40’ de la primera mitad tuvo que pedir el cambio el arquero Ramiro Macagno, afectado por una molestia muscular que lo sacó de la cancha: salió llorando y en su lugar ingresó el debutante Franco Herrera, que resultaría clave en el cierre del encuentro.
De cara al complemento volvió a tomar la iniciativa el Rojinegro, que lucía desgastado físicamente en la mitad de la cancha. Por eso llegaron las modificaciones, que le aportaron otra dinámica, especialmente en la faceta ofensiva ante un Patronato que demoraba y parecía conformarse con el empate.
A los 33’ del segundo tiempo se rompió la paridad en el Coloso: Ramiro Sordo aprovechó una buena combinación por derecha y abrió el pie derecho para rematar desde la medialuna bien esquinado e inatajable para Matías Mansilla para el 1-0 que resultaría definitivo. Justo Giani buscó al medio, dejó pasar Djorkaeff Reasco y definió Sordo para el gol que cambió el partido.
En el final del juego tuvo su opción de empatarlo el visitante, a través de una jugada individual de Jonathan Herrera, que logró filtrarse al área y al quedar mano a mano con Franco Herrera, el debutante arquero leproso, perdió el duelo en una acción que fue valorada casi como un gol.
No brilló, no se lució pero trabajó para ganar un partido complicadísimo. Sordo cambió los murmullos por el estruendoso grito de gol que valió tres puntos. Los cambios de Sanguinetti funcionaron en la segunda mitad y la firmeza del arquerito Herrera sostuvo el ajustado triunfo como local.