Newell’s consiguió un gran triunfo como visitante de Talleres de Córdoba y exhibió signos de recuperación tras dos derrotas consecutivas en el campeonato. Nicolás Castro y Cristian Lema anotaron los goles del equipo de Javier Sanguinetti, que venía cuestionado luego de las caídas y de la imagen exhibida ante Argentinos y River. Esta vez fue victoria por 2-1. Trabajada, ajustada y con una pizca de sufrimiento.
Uno de los cambios iniciales había tenido que ver justamente con la mala noche de Iván Arboleda, el arquero recientemente incorporado que salió del arco tras su doble blooper. Ramiro Macagno fue el titular y tuvo una tarea correcta. La otra salida fue la de Leonel Vangioni, con molestias físicas, e ingresó el juvenil Martín Luciano.
Por la cuarta jornada de la Copa de la Liga auspiciada por Binance, la Lepra se plantó sostenida en la firmeza que lucieron Lema y Willer Dita en la zaga, los aguerridos Pablo Pérez y Julián Fernández en la mitad (siempre al límite de la expulsión pero con destacado despliegue), destellos de creatividad de Castro y el inquieto Juan Manuel García como punta.
Carentes de ideas en la primera mitad, las insinuaciones no llegaron a ser peligro pero sirvieron para mostrar la seguridad que transmitió desde el arquero Macagno, en la mira tras la derrota con River por fallas del arquero Arboleda. Lo cierto es que el local no había logrado anotar en todo el torneo y el objetivo leproso era no ser el rival que rompa esa estadística.
Las pelotas detenidas parecían el camino al gol para los de Sanguinetti: sendos frentazos de Lema y de García no consiguieron inquietar demasiado al arquero Guido Herrera. Hasta que a los 11’ del complemento se rompió el cero: Nico Castro encaró por el medio y sobre el borde de la medialuna sacudió un zurdazo cruzado que venció la débil resistencia del arquero Guido Herrera para el 1-0 leproso en Córdoba.
A los pocos minutos, sobre los 14’, Juan Manuel García se fue mano a mano, la punteó ante la salida del arquero y cayó derribado, por lo que el árbitro Darío Herrera no dudó y dio penal para la visita. Cristian Lema se hizo cargo de la pena máxima y con un derechazo centrado y al ras del piso puso el 2-0.
Pisando los 30’ lo tuvo la T a través de un zurdazo de Ignacio Lago, que apareció de sorpresa sobre la medialuna y abrió el pie para un remate que rebotó en el palo derecho del arco de Macagno y se fue afuera.
Con la presión del público local y la ventaja en el resultado, el Rojinegro se acomodó sobre su propio campo y con los cambios de Sanguinetti buscó romper a través de la velocidad de juveniles y del recientemente arribado Djorkaeff Reasco, que entró en el último tramo del juego junto a Guillermo Balzi. Ramiro Sordo había reemplazado a Juan Garro, de discreta tarea.
Claro que el local comenzó a arremeter en procura del descuento y a los 38’ fue Federico Girotti el que alcanzó a filtrarse en el área, pero Macagno llegó a puntearle la pelota para disipar el peligro en el área; ya había tenido que salir con una molestia el colombiano Ditta, una de las figuras de la cancha.
La presión a la defensa cordobesa hizo efecto sobre los 39’, cuando Pancho González recuperó y asistió al ecuatoriano Reasco, que recibió en el ingreso al área, pero demoró el remate de zurda y lo bloquearon cuando se olfateaba el tercero de la visita.
No bajó sin embargo el pie del acelerador en ningún momento. Acostumbrado a sufrir en los minutos finales, esta vez pudo sostener casi hasta el final la distancia de dos goles que le aportó cierta tranquilidad para defender. Como en todos los partidos del torneo, ya había salido amonestado PP8 y el que se adueñó de la mitad fue Julián Fernández. El rival ya era un manojo de nervios circulando la pelota de lado a lado sin conseguir penetrar la defensa. Todo el estadio pidió un penal por una mano de Lema que el réferi no vio.
Recién a los 47’ encontró el descuento el local tras dos jugadas a la salida de un corner: Lema había salvado de cabeza sobre la línea y en la siguiente acción Federico Girotti metió un cabezazo que alcanzó el fondo de la red para el 1-2. Fueron tres minutos intensos, pero en los que no terminó pasando demasiado y la Lepra pudo sumar de a tres en un territorio complicado.
La Lepra no ganaba ante Talleres en Córdoba desde el 18 de noviembre de 2001; pasaron 21 años para una nueva victoria rojinegra. Clave para Newell’s, golpeado por dos derrotas al hilo y ante un rival difícil en un estadio complicado. Acompañado por el apoyo de un importante número de hinchas rojinegros, se lleva tres puntos importantes para intentar enderezar el rumbo en el inicio del certamen nacional.