La desaparición de Bruno Gentiletti en Rosario es un misterio sin resolver desde hace más de dos décadas. En el marco de la causa penal que pasó al nuevo sistema judicial, se ofreció una recompensa de un millón y medio de pesos por información para encontrar al niño desaparecido en 1997. Bruno Gentiletti cumpliría 34 años el próximo mes, pero desde los 8 se encuentra desaparecido.
La resolución del Ministerio de Seguridad de la Nación apunta a darle un nuevo envión a la búsqueda de paradero de aquel chico que se separó de su familia cuando estaba en el balneario La Florida. De esta manera esperan contribuir con la investigación del fiscal David Carizza, integrante de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos.
Las autoridades publicaron dos imágenes para ofrecer la recompensa. En primer lugar, una foto de Gentiletti en la época en la que desapareció. A su lado, una imagen diseñada mediante técnicas digitales para proyectar cómo puede ser su rostro adulto en la actualidad.
Fuentes oficiales informaron que el pago de $ 1.500.000 está disponible para personas brinden datos útiles dentro de la búsqueda que se tramita en Rosario. Esto excluye a quienes hayan intervenido en delitos vinculados a la desaparición.
Antes de abonar la recompensa, las autoridades harán una evaluación del mérito de la información aportada para determinar el paradero de Gentiletti. Cabe aclarar que durante ese proceso se preservará la identidad de quienes colaboren.
El 2 de marzo de 1997, cuando tenía 8 años y estaba de visita con su familia en La Florida rosarina, el nene oriundo de la localidad de Las Rosas fue visto por última vez y se perdió todo rastro. Descartaron que se haya ahogado en el río y su familia persiste en la búsqueda. La resolución del Ministerio de Seguridad de la Nación apunta a darle un nuevo envión a la búsqueda.
El día de la desaparición de Bruno Gentiletti
La familia Gentiletti oriunda de la localidad santafesina de Las Rosas había llegado al balneario La Florida alrededor de las 11 de la mañana. Bruno y sus hermanos más chicos, Gisela, que en ese momento tenía 6 años y Franco, 7, fueron hasta una zona de juegos, a unos 100 metros de la orilla del río.
“Nosotros fuimos a la cama elástica y Bruno al tobogán. De pronto vino Bruno y nos contó que un hombre y una mujer le dijeron que el tobogán estaba cerrado”, relataron sus hermanos tres meses después de la desaparición, cuando la Justicia realizó una reconstrucción del hecho, según la información volcada en la página que lleva el nombre del chico perdido.
Bruno, de acuerdo con el relato de sus hermanos, regresó a ese lugar. Ellos se quedaron en la cama elástica y luego fueron hacia la sombrilla donde estaba su mamá, Marisa. Mientras que el padre y sus dos hermanos más grandes Belén (11) y Martín (10) salían del agua y al ir hacia el encuentro con el resto de la familia descubrieron que faltaba Bruno. Lo buscaron por cada rincón del camping y personal especializado hizo lo propio en el río, por si el menor se había ahogado. Pero no se lo pudo localizar por ningún lado. Su paradero sigue siendo un misterio.
Hace dos años, la búsqueda de Bruno se reactivó por pedido de su mamá, Marisa Olguin, a través de la Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe. Según informó la titular de la cartera Lucila Puyol, en su momento, “la búsqueda surgió por pedido expreso de la mamá y desde la Secretaría, a partir de nuevas técnicas de determinación y proyección de quien hoy sería el joven juntos a sus rasgos característicos”. La última proyección de rostro que se había realizado fue en 2007, a los 17 años del joven.
“Nuestra idea es trabajar en profundidad sobre muchas causas ya que es un delito permanente que perdura mientras la persona sigue desaparecida”, apuntó Puyol entonces. Marisa jamás dejó de buscar a su hijo y este ofrecimiento de recompensa renueva sus esperanzas de saber dónde está y qué pasó con Bruno.
+info > brunogentiletti.com.ar
