Era un secreto a voces. Desde Newell’s no lo confirmaban pero sabían que la situación de la vieja visera no era la ideal: luego de un estudio de la Facultad de Ingeniería, se determinó que existían riesgos estructurales propios de sus 85 años de antigüedad. Inmediatamente y en silencio, la dirigencia rojinegra decidió apuntalarla.
Claro que no hubo mucho para esconder: con más de 30 puntales de hierro se evitó todo posible riesgo para la estructura y, lógicamente, los hinchas. En breve se tomará una decisión pensando en el futuro. O tapan las barras que sirven para apuntalar o la tiran abajo y la reemplazan por una construcción más moderna.
La segunda idea parece tener mayor apoyo dentro de la institución, teniendo en cuenta que podrá suplirse para elevar la calidad del Coloso al estilo europeo, con dos o tres pisos con palcos preferenciales.
El Instituto de Mecánica Aplicada y Estructuras (Imae), dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR fue el que inspeccionó y determinó el riesgo que había, según informó el diario El Ciudadano en su edición de viernes.
También se paseará por el Gigante de Arroyito para determinar en qué estado se encuentran los distintos sectores y si es necesario realizar reformas, como seguramente ocurrirá en Newell’s.