La presentación del proyecto oficial para reformar el sistema de taxis y remises en Rosario generó una fuerte polémica. La iniciativa, enviada al Concejo Municipal por el Ejecutivo local, propone eliminar tasas y requisitos considerados obsoletos, habilitar una tarifa flexible y abrir la puerta a la legalización de plataformas como Uber. La secretaria de Cercanía y Gestión Ciudadana, Carolina Labayru, defendió públicamente los cambios, lo que desató un picante cruce en redes sociales con el concejal opositor Mariano Romero.
“Primero la trampa, después el queso”, escribió Romero en su cuenta de X, acusando a Labayru de anunciar bajas de tasas solo para allanar el camino a la legalización de Uber, a la que calificó como “la remisería trucha más grande del mundo”. El concejal advirtió que la empresa “no opera legalmente en ningún lado” y sostuvo que “precariza y evade regulaciones”.
La respuesta de Labayru no tardó en llegar: “Como noto que tenés problemas de comprensión, te pongo de una manera sencilla lo que quiero y lo que hago”, escribió, y enumeró cinco puntos: eliminación de trabas para vecinos, libertad de elección de apps legales, combate a economías informales, rechazo al kirchnerismo y un mensaje directo al líder opositor Juan Monteverde, a quien instó a “salir del escondite”.
Romero redobló la apuesta al cuestionar el tono de Labayru y acusarla de “reprimir emprendedores en la feria del río”. También citó un video reciente de Monteverde, a través del que remarca el incremento del gasto municipal en publicidad: “En Rosario nunca hay plata para lo importante, pero sí para hacer campaña”, dice el ex candidato a intendente. Según ese informe, el Ejecutivo triplicó en 2024 el presupuesto destinado a propaganda, superando los 3.900 millones de pesos.
En el centro del debate se encuentra el proyecto presentado por Labayru junto al secretario de Hacienda, Guido Boggiano, que busca “aliviar los costos del sistema y adecuarlo al contexto económico actual”. Entre otras medidas, se plantea eliminar tasas como la revisión técnica, la renovación o transferencia de licencias, y la habilitación de apoderados. También se propone una oscilación tarifaria de hasta el 35%, siempre que el precio estimado esté previamente informado al usuario.
Además, se derogan artículos vinculados a la vestimenta de choferes y se avanza en la incorporación de tecnología para facilitar medios de pago, viajes compartidos y sistemas de despacho vía app. “Lo que queremos es equilibrar la cancha, que el partido sea más justo para todos”, expresó Labayru.
Sin embargo, sus declaraciones sobre Uber generaron las críticas más fuertes. “Para mí Uber tiene que ser legal”, afirmó, y recordó que ya existe una ordenanza que habilita la operación de aplicaciones digitales, aunque Uber continúa funcionando a todo ritmo sin habilitación formal. El debate anticipa un escenario caliente en el Concejo, en plena campaña electoral, con cruces que mezclan discusiones de fondo sobre transporte, acusaciones cruzadas y reproches por el uso de recursos públicos.