A la construcción de un muro antibalas en una escuela del barrio Ludueña para resguardar a sus estudiantes y todo el personal ante las reiteradas balaceras por la zona, se le suma la decisión de cerrar dos carnicerías tras recibir amenazas y ataques. Los delincuentes les exigen a los comerciantes que les entreguen una importante suma de dinero en dólares para dejarlos trabajar.
Las amenazas, extorsiones y, también, las balaceras en contra de las carnicerías llevan varios días. Se trata de los locales ubicados en Teniente Agneta y Junín; y Formosa al 200. Al primer comercio, un sujeto en moto pasó y le advirtió uno de los trabajadores: “‘Ojo el plomo, queremos 25 mil dólares’. Antes nos habían pedido 60 mil dólares”.
Uno de los comercios, en Formosa al 200, fue atacado durante el fin de semana. Primero habían sido los mensajes extorsivos al número de WhatsApp de la carnicería en los que se pedían 60 mil dólares a cambio de protección. Luego, la balacera.
Unos días después, en la noche del martes, los balazos fueron a la otra carnicería del mismo titular -ambas denominadas Dos Soles- en la esquina de Junín y Teniente Agneta. En este caso, fueron cinco los disparos y uno de ellos perforó el medidor de gas. De milagro no se generó una explosión de magnitud.
Matías, el titular de los locales, teme por su vida y por la de sus empleados y todavía duda sobre cómo salir adelante. “Tomé la decisión de cerrar mis locales debido a la inseguridad que sufrí. Mucha angustia, pensando mucho, analizando la situación porque tengo la presión de mi familia, la seguridad de mis empleados y a la vez que se quedan en la calle. Entonces, poco dormí y seguir pensando y tomando decisiones”, contó en el programa Telenoche.
“Son 10 familias, chicos que están conmigo hace mucho tiempo y sinceramente ellos tienen la voluntad de seguir, quieren que no baje los brazos porque saben que su fuente de trabajo se termina. No es fácil salir de acá y conseguir trabajo. Estoy analizando la situación, hay mucha gente del barrio muy indignada porque es una carnicería con precios muy accesibles y se acercaron ante esta injusticia. Mi cabeza va y viene pensando qué hacer, empecé muy de abajo y no puedo creer lo que me está pasando”, cerró.
Esa moto fue vista en la zona en otras oportunidades, según contaron los vecinos. “Las dos sucursales nuestras cierran hoy. Pero había otra carnicería a dos cuadras de acá, que cerró hace un mes, y el dueño tuvo que hacer lo mismo ayer con otro local. […] También recibieron amenazas y balaceras”, contó uno de los empleados.
“Esta decisión drástica (de cerrar) se tomó este jueves. Somos diez familias en peligro y ahora nos quedamos sin trabajo, pero lo cierto es que no queremos correr riesgo de que nos maten a nosotros ni a un cliente”, señaló y aclaró que el dueño de los locales dijo que haría todo lo posible por reubicar las carnicerías, pero sin ninguna seguridad, ya que “esto sucede en todos lados”.
El comerciante contó que el negocio no llevaba mucho tiempo abierto y que los primeros seis meses fueron complicados, pero que ahora la situación se estaba encaminado. Justo en este momento aparecen los delincuentes y el negocio cierra sus puertas: “Donde ven que se trabaja más o menos bien, quieren que se les pague para protegernos de lo que ellos hacen”, manifestó con impotencia.