Luego del secuestro de cinco celulares que iban a ser trasladados escondidos en el doble fondo de un tacho de pintura rumbo a la Cárcel de Piñero, una grave amenaza llegó a manos de las autoridades provinciales. “Dejen tranquilos a los pibes de alto perfil o plomo”, indicaba la nota escrita hallada en una oficina de Asuntos Penitenciarios.
El cartel escrito fue colocado este martes por la noche, horas después de la incautación de los teléfonos en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero. Se intenta averiguar desde Fiscalía si el hecho fue registrado por una cámara de vigilancia de la zona en la que se encuentra la oficina estatal.
En el pabellón 28, al que iba a ser llevado el tacho de pintura, se encuentran reclusos de alto perfil y pesos pesados en el hampa local tales como Hernán Ramón “Lichi” Romero, Ariel Sebastián “Teletubi” Acosta y Carlos Jesús “Pelo Duro” Fernández.
El secretario de Asuntos Penitenciarios Walter Gálvez explicó en contacto con el programa Radiópolis (Radio 2) que en el pabellón 28 están “los jefes de banda resonantes que habían sido relocalizados hace unos 10 días”.
El funcionario señaló que en Piñero hay en total cinco pabellones pequeños, de entre cuatro y ocho presos, destinados puntualmente a cabecillas y explicó que, en coordinación con el Ministerio de Seguridad y Fiscalía, se continuará con la estrategia de relocalización interna “cada tanto”.
De esa manera, se materializa una nueva amenaza como la reciente contra jueces y fiscales de la causa que investiga al clan Los Monos por las balaceras a edificios judiciales. En esa ocasión, fue una llamada anónima la que pidió la libertad de los integrantes de la peligrosa banda surgida en zona sur; luego, una mujer y su hijo fueron detenidos al comprobarse que fueron quienes realizaron la amenaza.
Esta vez surge por una requisa en la que detectaron cinco teléfonos escondidos en un tacho de pintura, en lo que parecía una batalla perdida: controlar las llamadas de los internos con el exterior. Es reconocido por las autoridades que un alto porcentaje de las balaceras que ocurren en las calles rosarinas son craneadas detrás de las rejas, más específicamente desde ese penal.
Tras el secuestro de celulares en baldes de pintura que entraban a un pabellón de alto perfil, amenazaron a los directores de la cárcel de Piñero. Fue con un cartel con sus nombres en una oficina: "Dejá tranquilos a los pibes o plomo". pic.twitter.com/kvXscepWc7
— Hernán Funes (@HernanFunes) September 22, 2021