Los medios del país hablaron de él. Vendía estupefacientes en fiestas privadas y boliches del circuito VIP en Rosario. El Negro Nelson era conocido en la noche de la ciudad por ser uno de los strippers más emblemáticos pero ahora se le sumó un nuevo rótulo: fue detenido la semana pasada por ser organizador de una banda dedicada a la venta de drogas.
Un grupo de élite de la policía provincial allanó su casa la semana pasado y halló medio kilo de cocaína, marihuana, pastillas de LSD, éxtasis y metanfetamina. Venezolano y de 29 años, cayó preso por narco.
El martes, como parte de un megaoperativo que incluyó 43 allanamientos y 17 detenidos, una comitiva de 30 efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) con armas largas irrumpió en un departamento del edificio ubicado sobre la calle Perú al 1800, en el centro de Rosario, y detuvo a Nelson Muñoz, quien se encontraba junto a su novia de nombre Erica. Los policías escoltaron al stripper hasta su casa en Colón al 1200 y allí secuestraron medio kilo de cocaína, una cantidad similar de marihuana, y bastantes dosis de LSD, éxtasis y metanfetamina.
La venta se concretaba a través de la modalidad de delivery y también en un sex shop que funcionaba como pantalla. El dato que tenían los oficiales era preciso: Muñoz, aprovechando su conocimiento del circuito nocturno, era la llave de la organización para introducir la droga en fiestas privadas y boliches.
De acuerdo a las fuentes, la mayoría de los clientes de la banda vivía en la zona céntrica de Rosario y ostentaba un alto poder adquisitivo.
Los allanamientos se realizaron en la zona del barrio Martin y la de bulevar Oroño y Mendoza, en Rosario, y también hubo procedimientos en Venado Tuerto, Granadero Baigorria y Alvear, que dejaron como saldo el secuestro de medio millón de pesos, siete armas, ocho autos de alta gama, siete motos, seis kilos de cocaína, 11 de marihuana, dosis de éxtasis, LSD y metanfetaminas, precursores químicos y material de corte, entre otros elementos.
Además del stripper, también fueron detenidos un barrabrava, el dueño de un local de autopartes y el hijo de un ex jefe de la policía provincial. Tres personas se mantienen prófugas, entre ellos un hermano de Justina Pérez Castelli, la joven acribillada a balazos junto con el sindicado empresario narco Luis Medina a finales de 2013 en Rosario.