El secuestro del empresario entrerriano Gastón Tallone, quien permanece desaparecido desde el 8 de julio de 2024 tras un rescate de 65 mil dólares, sumó un nuevo acusado con la reciente detención de Gustavo Juliá. Juliá, conocido por su condena por narcotráfico a España en el caso “narcojet”, fue arrestado el pasado 22 de diciembre en Martínez, Buenos Aires, donde se le secuestraron dos teléfonos celulares. La investigación también dejó al descubierto la posible conexión de barrabravas de Newell’s con el crimen, incluyendo a Alejandro “Rengo” Ficcadenti y Sergio Gabriel “Bebe” Di Vanni, quienes están imputados por amenazas a la familia Di María y quienes ahora se sospecha habrían participado del secuestro.
Gastón Tallone, empresario de 51 años y vinculado al puerto de Concepción del Uruguay, fue emboscado en Almagro y su familia pagó un rescate en Belgrano, aunque el empresario sigue desaparecido. En la investigación, los fiscales confirmaron que estuvo cautivo al menos una noche en un rancho de Benavídez, partido de Tigre, que pertenece a José Alberto Tomás Uriburu, abogado y socio de Tallone, uno de los detenidos en la causa. La investigación apunta a un conflicto previo entre Tallone y Uriburu en la Terminal Puerto Concepción del Uruguay, relacionado con un cargamento de droga perdido en el puerto.
Un giro en la causa ocurrió cuando la justicia federal solicitó la imputación de los barras bravas Ficcadenti y Di Vanni, quienes están detenidos por las amenazas contra Ángel Di María y su círculo familiar. Se sospecha que ambos habrían sido parte del plan para secuestrar a Tallone, con la intervención de miembros de la facción de Los Monos. A pesar de la solicitud de extradición, un juez local rechazó el traslado de los barras, pero las imputaciones seguirán adelante mediante videoconferencia.
En paralelo, se sumó el nombre de Gustavo Juliá, quien, además de su historial por narcotráfico, aparece vinculado al caso debido a la presencia de un auto con una oblea de peaje a su nombre, utilizado posiblemente en el secuestro de Tallone.
La complejidad del caso continúa, con varios actores del crimen organizado involucrados, mientras la justicia sigue investigando las posibles conexiones locales e internacionales en este secuestro que ha conmocionado al país.
