El Papa Francisco, fallecido este lunes 21 de abril de 2025, abordó en varias ocasiones los desafíos que enfrenta Rosario, especialmente en relación con el narcotráfico, la violencia urbana y los linchamientos. A lo largo de los años, el Pontífice expresó su preocupación por la situación de la ciudad y destacó la importancia de un esfuerzo conjunto para abordar estos temas.
Un llamado a la unidad ante la violencia. En 2024, tras la ola de homicidios que involucraron a trabajadores en Rosario, el Papa subrayó que la violencia en la ciudad no sería posible “sin complicidades del poder político, policial, judicial, económico y financiero”. En su mensaje, que fue difundido en video desde el Vaticano, Francisco instó a una colaboración más estrecha entre las instituciones y a la unidad social para enfrentar la crisis: “El temor siempre aísla, el temor paraliza, no teman comprometerse con los otros para ser respuesta pacífica e inspiradora”.
El Pontífice también destacó que “es necesario fortalecer la comunidad” y pidió que se busquen soluciones integrales ante la violencia, señalando que la paz “se debe transitar con respuestas complejas e integrales y con la colaboración de todas las instituciones que conforman la vida de una sociedad”.
El narcotráfico y la violencia en 2022. En diciembre de 2022, Francisco volvió a dirigir su mirada hacia Rosario, esta vez ante el avance del narcotráfico. En su mensaje a la arquidiócesis local, el Papa llamó a ser “instrumentos de paz” y a llevar el mensaje de Cristo “a los corazones, a las familias y a toda la sociedad”. Según el Papa, “vemos violencia por todos lados, en su mayoría producida por el narcotráfico”.
Francisco también ofreció cifras impactantes sobre los homicidios en la ciudad, mencionando que “en lo que va de 2022, llevamos 240 personas muertas por esta línea”. En ese contexto, insistió en la necesidad de “trabajar no solo sobre la oferta, sino también sobre la demanda de drogas” a través de políticas de prevención y asistencia. Además, condenó el “silencio del Estado” en relación con esta problemática.
Los linchamientos en Rosario: una crítica al accionar social. Una ocasión anterior en la que el Papa Francisco se refirió a Rosario fue en 2014, tras el asesinato por linchamiento de un joven que había robado un bolso. David Moreira, de 18 años, fue atacado a patadas por vecinos del barrio Azcuénaga el 22 de marzo de ese año tras robarle sus pertenencias a una mujer.
En una carta enviada a los hermanos Rodolfo y Carlos Luna, Francisco expresó su profundo dolor, diciendo: “Me dolió la escena. Fuenteovejuna, me dije. Sentía las patadas en el alma. No era un marciano, era un muchacho de nuestro pueblo”. El Papa, al recordar ese hecho trágico, se preguntó: “¿Qué cosa falló?”.
Francisco lamentó la falta de empatía y reflexión colectiva frente a hechos tan dolorosos y pidió que “el Señor nos dé la gracia de poder llorar… llorar por el muchacho delincuente, llorar también por nosotros”, señalando la necesidad de una transformación social que no excluya a nadie.
