Tras el golpazo que significó la derrota en el clásico rosarino en Arroyito, el Newell’s de Javier Sanguinetti sufrió una nueva caída por la décima fecha del campeonato. La Lepra cayó por 2-1 frente a Defensa y Justicia en un Coloso repleto, que intentó levantar hasta el final al equipo, que tuvo una floja presentación y sufrió dos goles en los inicios de cada período que alteraron los planes y de los que no pudo recuperarse. Recién sobre la hora pudo convertir pero ya se había quedado sin tiempo.
La fortuna no estuvo del lado leproso, que fue puro empuje con pocas ideas pero que sufrió la efectividad del Halcón de Varela. Aunque se hizo con el dominio de la pelota en el inicio del encuentro, le costó profundizar para llegar al arco visitante y cuando lo logró, se topó con el arquero Ezequiel Unsain, una de las figuras de la noche en el Parque Independencia.
Pisando los 4’ golpeó por primera vez la visita: Nicolás Fernández definió sin problemas dentro del área chica tras una pifia del zaguero Willer Ditta. El delantero resolvió tras un centro de Gastón Togni que definió Uvita ante la inútil reacción del arquero Franco Herrera. De entrada, rápidamente, y cuando la Lepra parecía acorralar al Halcón, la visita contraatacó, aprovechó un error y se puso en ventaja.
A los 6’ estuvo muy cerca de empatarlo el local a través de un cabezazo esquinado de Juan Manuel García que exigió la buena respuesta del arquero Ezequiel Unsain, que con un manotazo de zurda le quitó la igualdad a su ex equipo, del que surgió como futbolista profesional.
Sobre los 32’ pudo redimirse el colombiano Ditta en un centro en ataque, pero no llegó por centímetros, en una jugada similar a la que había desaprovechado ante Central. Ni siquiera un intento del lateral Martín Luciano que quiso sorprender al bien posicionado Unsain antes de los 40’.
Pablo Pérez no tuvo su mejor tarde, exhibió imprecisiones y le costó conducir las riendas del mediocampo, más orientado a las trepadas de los extremos para sorprender con remates, como lo hizo Panchito González con suerte esquiva. García tampoco pudo acoplarse del todo ni mostró sintonía fina con la pelota.
Apenas a los 3’ del complemento, cuando recién se armaba la nueva dinámica del cotejo, un zurdazo lejano de Manuel Duarte se desvió en la espalda de Ditta y terminó en el fondo de la red para ampliar la distancia en el resultado. Otro sacudón para el equipo de Sanguinetti, que empezó a mover piezas en procura del descuento.
Pero el despliegue del local fue de bajo rendimiento, todavía afectado por la derrota en el derby local que lo bajó de los equipos encumbrados en la lucha por el título. El público leproso le dio vida e impulso y el acorralamiento al conjunto de Sebastián Beccacece se hizo cada vez más intenso, pero con una lluvia de centros que fueron controlados por la defensa visitante.
El Rojinegro recién se topó con el gol tras una serie de rebotes y en el tiro del final a los 48’, a través de un derechazo del ingresado Juan Garro que aseguró la conquista luego de un quite sobre la línea a Nazareno Funez, a quien sigue negándosele el gol. Hubo un tiro libre más que no arribó a buen puerto y se terminó el pleito.