En la vuelta del público al Gigante de Arroyito, el Central del Kily González cayó por 1-0 frente a Argentinos Juniors por la fecha 14 del campeonato argentino. Gabriel Carabajal anotó el único gol para la visita, que fue punzante en ataque y obligó al arquero Jorge Broun a más de una respuesta para evitar más goles en su arco.
El Canalla generó poco y le faltó claridad en ofensiva; en el fondo sufrió por la expulsión de Nicolás Ferreyra en la primera mitad, lo que condicionó al equipo de cara al complemento, cuando rápidamente Argentinos se puso en ventaja.
Frente a cada contraataque, aunque no resolvió bien, parecía venir el segundo del Bicho, que desaprovechó cada situación que generó encontrando al local mal parado y volcado al ataque en busca de la igualdad. Central fue con más ganas que juego y terminó chocando con la defensa visitante.
Se trata de la segunda derrota al hilo para el conjunto auriazul, que acumula 4 caídas en 7 presentaciones en el Gigante. Claro, es la primera en mucho tiempo con público, que sin embargo no fue determinante para el duelo sobre el verde césped del Gigante.
Enzo Kalinski controlando la mitad de la cancha y el local sufriendo nuevamente la ausencia de Emiliano Vecchio; Central padeció la falta de conducción para finalizar las jugadas de ataque, que fueron apenas insinuaciones y prácticamente no se contabilizaron acciones de peligro.
Como en otros partidos, terminó siendo el arquero Broun uno de los puntos destacados para el Canalla, que sufrió el gol en el minuto 3′ del segundo tiempo tras un error del fondo (Ojeda quiso evitar un corner y dejó la pelota picando dentro del área) que aprovechó Carabajal para anotar el único gol de la tarde rosarina.
Los equipos rosarinos, tanto Central como Newell’s, tienen 16 puntos en el torneo y se ubican por debajo de la mitad de la tabla de posiciones. Sin regularidad ni fortaleza como local, canallas y leprosos siguen sin encontrar el juego y el rumbo para aspirar a las competencias internacionales.
Con octubre llegó la vuelta del público a los estadios y en Rosario la sede fue el Gigante de Arroyito en una jornada dominguera soleada en la que se vio gran cantidad de personas en las tribunas. Los que faltaron, principalmente, fueron los barbijos y el fútbol.