La Municipalidad de Rosario clausuró el jardín maternal “Coloreando”, que fue denunciado por violencia infantil hacia sus alumnos. Según adelantaron desde el área de Infancias, al momento de poner la faja de clausura, la titular del establecimiento les informó que no volvería a abrir.
En las últimas horas se viralizaron los videos de una vecina del jardín que, cansada de los gritos y maltratos, comenzó a filmar la situación para luego mostrarle a los padres de los niños cómo eran los tratos.
“Nosotros siempre que tenemos una presentación de papás, y más en este caso que terminó una denuncia penal, somos implacables. Por eso decidimos realizar una clausura preventiva hasta que se aclare la situación penal”, aseguró la directora de Infancias, Sonia Colacelli.
Según explicó la funcionaria, en la noche del lunes ya habían ido a colocar la faja de clausura, pero este martes por la mañana había sido retirada de la puerta del jardín, por lo que los agentes volvieron a presentarse en el establecimiento para clausurarlo. “Hoy cuando fuimos a poner la faja de clausura la titular del jardín nos dijo que iba a dar la baja”, aseveró.
“Ella se manifiesta muy angustiada por esta situación y habla como de una edición de los vídeos. Pero eso no la exime de lo que pasó y en estos casos nosotros siempre somos implacables y clausuramos de forma preventiva”, sostuvo la funcionaria.
Indignación de padres y madres
Padres y madres de los niños agredidos dentro del jardín maternal “Coloreando”, ubicado en Chiclana 924 de la zona norte de Rosario, se manifestaron frente a la institución. Durante el reclamo, los familiares de los menores maltratados dieron detalles de la situación que vivieron los niños.
“Realmente estamos conmovidos, con bronca y desilusión. Nos enteramos el sábado porque durante los últimos días de la semana pasada hubo un hecho de extrema violencia y la vecina que filmaba todo no pudo soportar más y denunció”, sostuvo Walter, padre de un niño de 3 años que aparece en una de las filmaciones siendo empujado por la directora del establecimiento y golpeándose la boca contra el piso.
“Cuando lo vinimos a buscar vimos que tenía una marca en la boca pero siempre nos decía que son juegos. Por eso ahora estamos con una mezcla de sensaciones, masticando bronca y algo de culpa porque nos dimos cuenta ahora observando los videos”, sostuvo.
De acuerdo al testimonio de los padres, en las últimas semanas comenzaron a notar algunos cambios en la forma de ser de los chiquitos, que ahora terminan de comprender en base a las agresiones que sufrían dentro del jardín. “A mi hijo por momentos le costaba venir, ahora por cualquier cosa que hacen piden perdón y hay chicos que han sufrido retrocesos, que estaban dejando los pañales y ahora volvieron a usarlos”, relató Walter.
Otro de los testimonios fue el de los padres de Emilia, una nena de 18 meses que desde hace un tiempo no se quiere dejar cambiar el pañal. “Era una nena muy sonriente y feliz y empezó a ser más retraída y tímida. En un video se ve cómo le arrancan de la mano un juguete y en otro cómo no le quieren dar galletitas”, contó su madre.
“La agresora principal siempre es la directora, pero en uno de los videos se ve a una de las maestras levantando del brazo un metro a mi hija y tirándola para otro lado”, añadió el padre de la bebé de un año y medio.