Por la ola de calor, los concejales María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale se adelantaron en una cuestión que no es muy observada pero que suele ocurrir en distintos negocios de la ciudad: utilizan aire acondicionado y tienen las puertas abiertas. Por eso, los ediles propusieron sancionar a quienes lo hagan para contribuir con el ahorro energético.
“Es muy habitual caminar por la calle y advertir que comercios, edificios y grandes tiendas mantienen sus puertas abiertas y sus equipos de aire acondicionado a una temperatura bajísima. Esto supone un gasto energético muy alto que debe ser controlado”, consideraron.
“Desde el Estado y también cada uno de nosotros como ciudadanos, tenemos la obligación de promover y ejercer el consumo responsable de energía, pensando que estos excesos no sólo producen interrupciones del servicio en otros sectores de la ciudad sino que también crean un daño irreparable para las generaciones futuras, ya que la energía es un recurso escaso”, sostuvo Schmuck.
La edila agregó que “muchas veces pequeños actos cotidianos generan grandes impactos y no los percibimos”. “Para darnos una idea, los comercios que tienen la puerta abierta en verano emiten una tonelada de CO2 (dióxido de carbono) al mes, esto equivale al volumen de una pileta de 10 metros de ancho, 25 de largo y dos metros de profundidad; o a la cantidad que sale del tubo de escape de un auto que recorre 8 mil kilómetros, por ejemplo de Rosario a Comodoro Rivadavia”, agregó para ejemplificar.
La propuesta busca generar conciencia acerca del uso energético: “Muchos comerciantes y vecinos que utilizan la energía responsablemente sufren cortes en el suministro, teniendo como consecuencia enormes pérdidas en mercaderías y artefactos en sus hogares. Si bien el aire acondicionado a una temperatura baja con las puertas abiertas puede resultar una medida para atraer clientes, es al mismo tiempo una decisión nociva para el medioambiente. Es común ver en la peatonal cadenas de electrodomésticos que incluso llegan a prescindir de sus puertas, provocando un derroche inadmisible”, estimó Chale.
De acuerdo al proyecto, los edificios y locales con acceso desde la calle que cuenten con equipos de refrigeración, deberán disponer de un sistema de cierre de puertas adecuado con el fin de impedir que éstas permanezcan abiertas permanentemente y por ende, generen un consumo energético excesivo. Esto será sancionado con multas que irán desde 570 a 1140 unidades fijas (cada unidad fija equivale al menor precio de venta al público de un litro de nafta), es decir, hoy significaría una multa de 7500 a 15 mil pesos.
Cabe recordar que la temperatura sugerida para los equipos de aire acondicionado es 24º. Por cada grado que disminuye la temperatura, el aparato consume un 8 por ciento más de energía.
“Siempre hemos sido muy críticos frente a la mala calidad de servicio, la falta de planificación y de inversión de la EPE, pero también es importante que, como usuarios, hagamos nuestra parte a partir de prácticas responsables”, concluyó la edila Schmuck.