Central terminó su participación en la B Nacional como fue toda su historia en la categoría: sufrida y con dientes apretados. Pero al final le permitió a la gente lanzar el grito contenido para celebrar el título de campeón de la categoría. Un título que no figuraba como el rpincipal objetivo, pero que una vez cumplido el objetivo supremo del ascenso, era la mejor forma de terminar una campaña en la que el canalla fue claramente el mejor del torneo, por jerarquía y capacidad individual y colectiva. El triunfo de hoy ante Merlo por 1-0 terminó decorando una gran campaña de un equipo que se quedó con todo en un torneo muy exigente y extenuante como este de la B Nacional.
Con un Gigante colmado, el canalla se despidió de esta manera de la categoría, donde estuvo 1120 días y disputó 114 encuentros, dos cifras que hablan a las claras de lo que le costó al canalla la permanencia en la B Nacional, antes de volver al lugar que por naturaleza le pertenece en el escenario más importante del fútbol nacional.
Es que con el merecido e indiscutible triunfo de esta tarde ante Merlo, que descendió a la Primera B, el canalla dejó atrás una noche gris, que se prolongó por demasiado tiempo y que hoy llegó a su fin para alegría de todo el pueblo canalla.
El ingreso de Carrizo en el medio, y el adelantamiento de Lagos, a su puesto habitual de delantero, fueron determinante para que Central saliera del letargo que había tenido en buena parte del partido, más allá de que había sido el que siempre había propuesto y buscado el desnivel.
Pero la velocidad del Pachi y el desequilibrio constante de Ferrari por la derecha fueron las armas claves para que el canalla fuera inclinando la balanza una y otra vez hasta que llegara el gol merecido de Toledo, tras un notable centro a tres dedos de Méndez desde la izquierda, que el delantero mandó al fond del arco rival para delirio de los canallas, que de esta manera cierran una etapa que tuvo más sinsabores y tristezas que alagerías.
El resto del segundo tiempo fue lo mejor de Central, porque el canalla dominó a voluntad y estuvo mucho más cerca del segundo que Merlo del empate, aunque en el final debió sufrir los embates del Charro, que no quería resignarse a irse al descenso sin pelear.
Fueron unos minutos de angustia y sufrimiento como para recordarle los pesares de Central en esta categoría tan compleja como exigente, de la que hoy se despidió con ua buena victoria. Una victoria que sirvió como despedida, a la vez que le valió el título de la B Nacional, pero lo más importante para el hincha es que todo Central haya aprendido la lección para que nunca más repita esta experiencia.
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