Luego de dos derrotas consecutivas ante Paraguay y Brasil, el seleccionado argentino juvenil se impuso por 1-0 sobre Perú en la tercera jornada del Sudamericano Sub 20 y todavía sueña en la competencia. El equipo dirigido por Javier Mascherano luchó hasta el final y obtuvo una ajustada victoria con un gol de Gino Infantino, capitán del equipo e integrante del plantel de Rosario Central. Luego festejó como un segundo gol el empate 1-1 entre Brasil y Colombia, que le dio una vida más en el certamen.
Argentina (3 puntos) y la local Colombia (5) definirán su lugar en el Hexagonal Final del Sudamericano en un mano a mano a disputarse este viernes, desde las 21.30. Por sus lados, Paraguay y Brasil (ambos con 7) ya están clasificadas a la segunda fase -un grupo de seis países con fixture todos contra todos y cuatro pasajes en juego para el Mundial de Indonesia de mitad de año-, mientras que Perú se quedó afuera, sin unidades.
El equipo de Mascherano venía de debutar con derrota en el Sudamericano (2-1 con Paraguay) y dejar una imagen aún más preocupante ante Brasil en la caída 3-1 contra el clásico rival que pudo ser una goleada aún mayor.
En consecuencia, y sumado a lo apretado del calendario (un día de descanso entre partidos), Mascherano metió nueve cambios de arranque respecto del equipo que cayó ante Brasil. Ni el arquero spárring de la Selección campeona del mundo en Qatar se salvó: Facundo Gomes Gerth (Tigre) había brindado poca seguridad en las primeras dos fechas y le dejó su lugar a Franco Herrera, de Newell’s. Junto a él también salieron los cuatro del fondo, todo un golpe sobre la mesa del DT.
Mascherano dio vuelta el equipo casi entero. De los once que cayeron ante Brasil, solamente mantuvo a dos entre los titulares: Gino Infantino y Brian Aguirre. Hasta el arco cambió de manos con el ingreso de Franco Herrera por Federico Gomes Gerth. Maximiliano Perrone y Valentín Gómez también quedaron sentados en el banco de suplentes. El entrenador buscó un golpe de efecto. Tenía que cambiar para lograr un cambio porque hasta este miércoles venía a los tumbos por Cali.
La Argentina se armó con un 4-3-3, esta vez con Infantino de cinco de marca y con la idea de aprovechar el ancho del campo y de utilizar las bandas. De juego igualmente hubo poco. La Selección no lució fluidez, pero sí se mostró desde el comienzo con mayor seguridad y determinación para ir en búsqueda del gol.
Lo merecía porque hacía más que Perú. Aguirre se ofrecía permanentemente por la izquierda, aunque resolvía mal. Axel Encima estaba activo en la mitad de la cancha y buscaba remates bajo los tres palos que no lograron sorprender a un bien parado Sebastián Amasifuen. Nicolás Paz no aparecía demasiado, pero cuando lo hacía intentaba pasarla con criterio.
De a poco, los mediocampistas albicelestes empezaron a conectarse y a crecer sobre un siempre irregular césped híbrido. Hasta que, de pelota parada, se le dio el grito para ponerse en ventaja por primera vez en el torneo. Tiro libre desde la derecha de Aguirre, el cabezazo de Alejo Veliz dio en el palo tras una mala salida del arquero y el que logró capitalizar el rebote de cabeza fue Infantino, que se descargó luego de haber fallado el penal ante Brasil.
Los peruanos no habían podido inquietar a Herrera. Apenas un disparo de Gonzalo Aguirre fue el riesgo que generó en una primera parte en la que trató de manejar el balón con criterio, aunque sin la profundidad necesaria para pisar el área argentina con peligro. En el inicio del complemento sí estuvo muy cerquita con un frentazo del capitán, Arón Sánchez, tras un córner. Al lado del palo pasó esa pelota que algunos vieron adentro.
Perú se fue al ataque y aparecieron espacios que Nico Paz aprovechaba. En una pudo soltar el zurdazo que tapó bien Amasifuen. El ingreso de Julián Fernández aportó mayor desequilibrio y velocidad para sacarle jugo a los contragolpes. También entró Ignacio Maestro Puch, que contó con una chance clara, después de una buena jugada y pase de Paz.
No obstante, el conjunto nacional no usufructuó esas situaciones y el final fue con sufrimiento. El equipo de Jaime Serna empujó. Y hasta el último de los cuatro minutos adicionados se mantuvo la tensión en el ambiente por la posibilidad de un empate agónico con el que el adiós ya sería irremediable. Perú no marcó. Y Argentina al fin sumó de a tres cuando más lo necesitaba.