El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a referirse este domingo a la situación económica de Argentina con declaraciones que generaron sorpresa y polémica. “No tienen dinero, no tienen nada, están luchando fuerte para sobrevivir. Si puedo ayudarlos a sobrevivir en un mundo libre… lo haré. El presidente de Argentina está haciendo lo mejor que puede, pero están muriendo”, afirmó el mandatario norteamericano ante periodistas durante el vuelo de regreso a Washington a bordo del Air Force One.
En ese mismo contexto, Trump sugirió que su país podría comprar carne argentina como forma de contener la inflación interna y bajar los precios récord de ese producto en Estados Unidos. “Podríamos comprar algo de carne de Argentina. Si lo hiciéramos, los precios bajarían”, dijo, y agregó que esa medida “ayudaría a un aliado que la está pasando muy mal”.
Las declaraciones se producen pocos días después de su encuentro en la Casa Blanca con Javier Milei, donde ambos mandatarios abordaron la situación financiera argentina y el auxilio de 40 mil millones de dólares otorgado por Washington para reforzar las reservas del Banco Central.
Durante aquella reunión, Trump expresó su respaldo al presidente argentino, aunque condicionó la continuidad de la asistencia a un triunfo electoral de La Libertad Avanza en los próximos comicios legislativos.
Actualmente, Argentina cuenta con una cuota de exportación de 20.000 toneladas de carne vacuna a EE.UU., una cifra marginal frente al volumen total del mercado estadounidense. Fuentes del sector agroindustrial reconocen que una ampliación de ese cupo sería beneficiosa, pero advirtieron que la posibilidad surge más como una necesidad de Washington de sustituir la carne brasileña, afectada por tensiones comerciales, que como un gesto hacia Buenos Aires.
El precio de la carne en Estados Unidos aumentó más de 25% interanual por la reducción de los rebaños provocada por la sequía, lo que se transformó en uno de los focos de presión inflacionaria más fuertes sobre el gobierno de Trump.
Las declaraciones de Donald Trump sobre la situación económica de la Argentina generaron un fuerte impacto político y mediático en el país. Un diagnóstico brutal sobre la realidad argentina y un mensaje contradictorio con el reciente apoyo financiero de Washington al gobierno de Milei. En medios como La Nación, Infobae, Perfil y El Cronista, el tono del mandatario fue calificado de “crudo” y “despectivo”, mientras analistas diplomáticos advirtieron que el comentario deja al gobierno argentino en una posición incómoda, a pocos días de las elecciones legislativas.
Algunos observadores interpretaron el gesto como un intento de Trump por reforzar su poder de negociación antes de los comicios argentinos, mientras otros lo vincularon con la lógica mediática del mandatario republicano, que combina gestos de respaldo con declaraciones que rozan la humillación.