Javier Milei volvió a protagonizar la escena política con un anuncio que ha generado más dudas que certezas. El presidente de la Nación promocionó la criptomoneda «Libra», un token de la red Solana que ya fue catalogado como una «shitcoin» en el ámbito cripto. A través de un mensaje en Twitter, Milei aseguró que el proyecto privado impulsaría el crecimiento económico argentino, alentando inversiones y respaldando a pequeñas empresas. Sin embargo, la falta de liquidez de la criptomoneda y su poca viabilidad han desatado una fuerte polémica.
La moneda Libra no es una novedad en el mundo de las criptomonedas. De hecho, Meta (la empresa de Mark Zuckerberg) había intentado lanzarla bajo el mismo nombre, pero abandonó el proyecto tras no conseguir éxito. Esta coincidencia no ha pasado desapercibida para los analistas, quienes han alertado sobre las características del token lanzado por Milei. Especialistas del sector cripto ya han señalado a Libra como un proyecto fallido, lo que agrava la percepción negativa de la iniciativa presidencial.
El lanzamiento de Libra podría acarrear graves consecuencias legales para el presidente. Si se confirma que la criptomoneda experimentó un repentino aumento de valor para luego desplomarse, podrían surgir acusaciones de estafa, especialmente si se comprueba que hubo toma de ganancias a costa de los inversionistas desprevenidos. En el mundo cripto, este tipo de situaciones se conoce como «rug pull», una estafa común en el mercado de las monedas digitales. Las alarmas ya están encendidas tanto a nivel local como internacional.
Desde la oposición no tardaron en reaccionar ante el polémico lanzamiento. El radical Martín Lousteau y el peronista Juan Grabois pidieron que se investigue el caso, señalando que Milei podría estar cometiendo un delito al promover una empresa privada desde la presidencia. La acusación es grave: consideran que se trata de una falta ética que podría estar violando el artículo 265 del Código Penal, que sanciona el uso de la función pública para beneficiar intereses privados.
La situación también ha generado preocupación dentro del propio entorno de Milei. Trascendió que varios de sus colaboradores trataron de explicarle los riesgos legales y financieros del lanzamiento. Por otro lado, las críticas han llegado también desde los sectores cripto, que ven la promoción de la criptomoneda como un error grave. En este contexto, la relación con el FMI se complica aún más, ya que el organismo internacional ha expresado su cautela respecto a las criptomonedas debido a los riesgos asociados al anonimato y a posibles actividades ilícitas.