Un horroroso juicio llegó a su fin este jueves con la condena de un hombre de 43 años y su padre (73) a 20 y 9 años de prisión efectiva, respectivamente, por abusar sexualmente de tres menores de edad que formaban parte de su núcleo familiar. Eran padrastro y abuelastro de las víctimas, a quienes abusaron durante al menos dos años una cantidad de veces que no se pudo establecer.
Juan Carlos O., de 43 años, y su padre Carlos Rubén, de 73, fueron condenados por los jueces de Primera Instancia Nicolás Vico Gimena, María Trinidad Chiabrera y Gonzalo López Quintana por haber abusado sexualmente de los hijos de la ex pareja del primero, todos menores de edad.
Los hechos imputados son sumamente graves. La fiscal Alejandra Raigal de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual le atribuyó a Juan Carlos O. haber abusado sexualmente de una víctima, hijo de su ex pareja, menor de 13 años actualmente, hechos que fueron cometidos en un número indeterminado de veces, desde los 12 años y hasta los 13 años de la víctima aprovechándose de la situación de convivencia.
Además, se lo condenó por haber abusado sexualmente de otra víctima, hija de su ex pareja, menor de 17 años actualmente, cometidos en un número indeterminado de veces, desde los 15 años hasta sus 17 años, aprovechándose de convivir con la víctima.
También se le achacó haber abusado sexualmente de otra víctima, hija de su ex pareja, de 12 años de edad actualmente desde sus 11 años aprovechando su situación de convivencia; dichas acciones que tendieron a iniciar o facilitar el estado corrupto de la sexualidad de la niña, alterando su inmadurez sexual. Los demás datos en relación a la mecánica de los hechos e identidad de las víctimas se mantienen en reserva para preservar a las mismas.
Se le atribuye también a Carlos Rubén O. haber abusado sexualmente de la víctima de 13 años de edad actualmente, hijo de su nuera, hechos cometidos en un número indeterminado de veces. Además, se le imputó haber abusado sexualmente de la víctima de 12 años de edad actualmente, hija de su ex nuera, cometidos a sus 11 años, acciones que tendieron a iniciar o facilitar el estado corrupto de la sexualidad de la menor, alterando su inmadurez sexual. Los demás datos en relación a la mecánica de los hechos e identidad de las víctimas se mantienen en reserva para preservar a las mismas.
