La Fiscalía pidió penas de 30 y 38 años de cárcel para dos hombres que fueron señalados como los autores del crimen de una joven mientras se desarrollaba una fiesta frente a una vivienda del barrio Empalme Graneros en marzo de 2022. En ese ataque también se registraron ocho heridos. Uno de los imputados está señalado como un gatillero de la banda de Francisco Riquelme, un referente criminal de la zona noroeste que está preso desde 2020 con un denso frente judicial.
En una audiencia preliminar realizada en el Centro de Justicia penal de Rosario, la fiscal Georgina Pairola solicitó la pena de 30 años de cárcel para Ignacio Gabriel Guassardo, por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego consumado y ocho hechos de homicidio agravado por uso de arma de fuego en grado de tentativa, todos ellos en carácter de coautor y en concurso real.
En tanto, la funcionaria del MPA solicitó la pena de 38 años de prisión efectiva para Marcelo Andrés Chávez por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego consumado y ocho hechos de homicidio agravado por uso de arma de fuego en grado de tentativa, todo en concurso real y calidad de coautor.
Además, se le endilgó la portación ilegal de arma de fuego de guerra en carácter de autor; encubrimiento agravado por el ánimo de lucro, desobediencia y resistencia a la autoridad en carácter de autor.
El crimen de Brenda Samira del Valle fue perpetrado la madrugada del domingo 13 de marzo de 2022 alrededor de las 5.30 en inmediaciones de Larrea y French, en Empalme Graneros, cuando Chávez -quien iba como acompañante en una moto que conducía Guassardo- comenzó a disparar contra un grupo de aproximadamente 50 personas que participaban de una fiesta en la vía pública.
El 13 de marzo de 2022, cerca de 100 personas coparon la cuadra de Larrea al 500 bis, en el límite de Empalme Graneros con Ludueña, con motivo del cumpleaños de una joven llamada Daiana. La celebración, a la que llegó gente que no conocía a la cumpleañera, pronto se transformó en una de las entonces denominadas fiestas clandestinas por la gran convocatoria. Aunque el ambiente estaba tenso, porque la disputa entre bandas del noroeste había recrudecido y las balaceras eran recurrentes, nadie pudo anticipar el desquicio que se desató cerca de las 5.
Como resultado del ataque, Brenda Samira del Valle, de 24 años, resultó con dos heridas de arma de fuego que determinaron su muerte. Asimismo, resultaron con lesiones de diferente gravedad por heridas de arma de fuego ocho personas más de entre 16 y 29 años.
Para la fiscal, los gatilleros actuaron con “clara intención de dar muerte a la mayor cantidad de gente posible”. Entre las personas que sobrevivieron, había una chica embarazada de seis meses.
Fuentes: Diario La Capital y Rosario3.com.
