En la madrugada del lunes, Julieta Gaitán (23) y Dalma García (19) fueron perseguidas por una dupla en moto con intenciones de matarlas. Iban en una Honda XR 150 y los sicarios a bordo de una Honda Wave. En Presidente Quintana al 2900 las tuvieron a tiro y ocho disparos de una pistola 9 milímetros dieron muerte a las jóvenes.
En una audiencia imputativa desarrollada en el Centro de Justicia Penal de Rosario, el fiscal Patricio Saldutti le atribuyó al identificado como César Omar A. el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en calidad de coautor, y para Juan Eduardo M. los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en calidad de coautor en concurso real con portación ilegítima de arma de fuego de guerra y tenencia simple de material estupefaciente en calidad de autor; solicitando la prisión preventiva efectiva.
El juez de primera instancia Hernán Postma tuvo por formalizada la audiencia disponiendo la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para ambos imputados. Ambos poseen poseen antecedentes por robo a mano armada y según los registros domiciliarios viven en la misma cuadra del barrio San Francisquito, no muy lejos de la escena del crimen.
La Fiscalía les imputa a ambos el hecho perpetrado el pasado 20 de mayo del 2024 a las 04.13 de la madrugada, circulando en una motocicleta marca Honda Wave 110cc color roja, conducida por César Omar A., y circulando Juan Eduardo M. como acompañante, persiguieron desde la intersección de calle Presidente Quintana y Dorrego, a las víctimas Julieta Gaitán y Dalma Guiliana García, quienes circulaban a bordo de una moto Honda XR 150cc color roja.
Al llegar a calle Quintana a la altura del 2900, J.E.M disparó hacia Gaitán y García con una pistola calibre 9 milímetros marca Taurus, ocasionando la muerte de ambas. Luego de cometer el hecho, la circulación de los imputados fue advertida por un móvil del Comando Radioeléctrico que patrullaba la zona, y procedió a la aprehensión de los mismos, y al secuestro de la motocicleta y el arma de fuego utilizada en el hecho.
Asimismo, se le atribuye a Juan Eduardo M. el haber llevado consigo, en los momentos previos y posteriores al hecho, en lugares públicos, en inmediatas condiciones de uso, y sin contar con la debida autorización legal, un arma de fuego de guerra tipo pistola calibre 9 milímetros marca Taurus utilizada en el hecho. Además, se le atribuye el haber tenido en su poder y a su disposición, la cantidad total de 1.3 gramos de material estupefaciente fraccionado, transportado en uno de sus guantes.
Un nombre sobrevoló la audiencia: Nerea. Trascendió que una de las víctimas estaba en una juntada esa madrugada y le pidió prestada la moto a una amiga identificada con ese nombre para comprar algo en un kiosco. No le mencionó que desde hacía una semana la perseguían para matarla; presumen que el ataque estaba orientado hacia esa mujer y que los sicarios confundieron a las víctimas por la moto, una campera y un casco que les habían prestado.
