La Justicia rosarina imputó a Fernando David C., de 44 años, acusado de atacar a tiros el pasado 4 de septiembre el Centro Municipal de Distrito Rosa Ziperovich ubicado en Uriburu 600. El hombre actualmente se encuentra bajo prisión preventiva imputado por el doble homicidio de Claudia Deldebbio y Virginia Ferreyra perpetrado el 23 de julio en Maestros Santafesinos e Isola.
Los fiscales Federico Rébola y Franco Carbone determinaron la imputación en una audiencia que se desarrolló este miércoles, tras considerar que fue quien realizó el ataque a la sede municipal que incluyó seis balazos y una advertencia contra Guille Cantero escrita en una cartulina: “Guille Cantero, controlá a tus gatos. Matías César Pino, Los Picudos, los que están batiendo la cana. Atte: La mafia”.
- La selección del edificio y la amenaza fueron claves para determinar que el objetivo del atacante fue infundir un “temor público” y dejar visible una disputa territorial entre bandas delictivas.
Después del ataque a tiros contra el Distrito Sur, la Agencia de Investigación Criminal secuestró seis vainas servidas calibre 9 milímetros. El cotejo balístico posterior dio positivo con la pistola Bersa que le encontraron a Fernando C. el 8 de septiembre, cuando lo detuvieron en el mismo complejo Fonavi de Maestros Santafesinos e Ísola en el que fueron asesinadas Deldebbio y Ferreyra, quienes resultaron heridas mientras estaban en la parada de colectivos.
En aquel momento, el hombre fue detenido, y días después imputado por el ataque que terminó con la muerte de Claudia y la internación y posterior fallecimiento de la profesora de danzas.
En los videos que expusieron los fiscales Rébola y Carbone este miércoles se puede ver que en todo momento C. se desplazaba en una bicicleta rodado 29, según la acusación.
En las filmaciones se ve que C. primero tomó Uriburu, dejó el papel dirigido a “Guille” Cantero en el predio, y después disparó contra el Centro Municipal de Distrito Sur, pero desde una cortada que desemboca en el edificio. Es decir, las cámaras no tomaron el momento de los fogonazos.
La Fiscalía también tomó en cuenta el testimonio de un familiar cercano del sospechoso, que contó que el imputado y su hijo “se alegraban” de que sus delitos salieran en los medios ya que “era uno de los requisitos que la banda de René Ungaro exigía para pagarles”.
Fuentes: Rosario3.com, Vía País y Diario La Capital.