La Fiscalía informó que busca al principal sospechoso y prófugo por el femicidio de Nora Escobar, la mujer de 43 años que fue hallada sin vida enterrada en el fondo de una casa de Granadero Baigorria. Los investigadores hicieron un pedido público de colaboración de la población para dar con Gregorio Brítez de 52 años, sindicado por el homicidio.
Ante cualquier información, comunicarse al 911, dirigirse a la Unidad de Homicidios Dolosos de la Fiscalía (Sarmiento 2850) o contactarse a través de las redes sociales de la Fiscalía: Instagram; Twitter y Facebook.
En relación a la investigación por el femicidio de Nora, la fiscal Marisol Fabbro ordenó que quede demorado un amigo del acusado, quien lo habría ayudado a escapar. Alberto L., de 58 años, fue aprehendido por el delito de encubrimiento agravado: un estudio de luminol dio positivo en su auto y también en casi todos los ambientes de la casa en la que hallaron el cadáver.
Nora Laura Escobar, de 43 años, desapareció el 22 de abril pasado según la denuncia radicada por su hija en la comisaría 24 de Baigorria. El cadáver fue encontrado el martes luego de un rastreo con perros.
Días antes de que encontraran asesinada y enterrada a Nora Escobar en el fondo de su casa de Granadero Baigorria, su hija Karen había empezado a buscarla con insistencia y preocupación. Algunos indicios y antecedentes la hacían sospechar de su marido, Gregorio Brítez, ahora buscado por la Fiscalía como presunto autor del femicidio.
Karen Gigena, preocupada porque no aparecía Nora, se presentó en la comisaría 24 y relató que no tenía contacto con su madre desde hacía aproximadamente un año. Sin embargo, agregó que un aviso de los empleadores de ella -que era empleada doméstica- la puso en alerta: la mujer no iba a trabajar desde el 21 de abril.
La hija de Nora, con ese dato en su cabeza, fue a preguntarle al entrenador de su mamá si tenía alguna información, ya que solía correr maratones y estaba anotada para la Puerto Norte Rosario del domingo 24, es decir, tres días después de la última vez que fue a trabajar. “El viernes 22 de abril le mandó un mensaje a su entrenador a las 10 am. Que ya tenía todo preparado para el domingo ansiosa porque llegue ese día. Al otro día cuando le mandaban mensajes ya no le llegaban”, contó Karen.
Estas inconsistencias la llevaron hasta la casa de Brítez. Era su marido y con quien convivía en Granadero Baigorria, por eso esperaba encontrar respuestas allí. Pero el hombre le manifestó que Nora se había ido hacía tres meses, que se habían separado porque le encontró “mensajes con otro hombre” y que se había llevado todas sus cosas, según consignó la hija de la víctima en una denuncia policial.
En el mismo escrito, dejó asentado otro dato revelador: temía que Brítez le hubiera hecho algo a su mamá porque anteriormente la había golpeado y provocado quebraduras en la mano y la nariz, agresiones que fueron denunciadas oportunamente. Añadió que, pese a eso, habían vuelto a relacionarse.
A Karen todo le sonaba demasiado sospechoso, pero hubo un dato que le llamó mucho más la atención: Gregorio Brítez dijo que Nora le había dejado a su perra, cuando su mamá era muy apegada a la mascota. Nada de eso le cerraba. También le resultó extraño que no haya ido a cobrar el sueldo, algo que hacía el día cinco de cada mes, otro de los datos que pudo averiguar.