El hallazgo de más de 200 kilos de cocaína en un campo aledaño a la localidad santafesina de Juan Bernabé Molina, del Departamento Constitución, al sur de la provincia y cercana al límite con Buenos Aires, acaparó la atención y es por estas horas motivo de investigación.
El primer gran hallazgo del mes fue el domingo. Durante la tarde, dos cazadores con galgos que buscaban liebres vieron entre los pastizales 14 bolsas, a unos 500 metros de un camino rural de la comuna de General Gelly, que está a unos 20 kilómetros de J. B. Molina. Dentro de las bolsas había 82 bultos compactos de cocaína con un peso total de 85 kilos, según confirmó más tarde Gendarmería Nacional.
De acuerdo a trascendidos de lugareños, días antes de ese hallazgo se había caído una avioneta cerca del lugar donde se encontró la carga. La investigación quedó bajo la supervisión del Juzgado Federal Nº 4 ya que la droga apareció en jurisdicción santafesina, en el Departamento Constitución, unos 80 kilómetros al sur de Rosario.
Dos días después, este martes, se informó el hallazgo de otras dos bolsas con 84 paquetes compactos de cocaína de máxima pureza en su interior, por un peso de 87 kilos. La mercadería fue encontrada en la misma zona de un campo de J. B. Molina, donde este miércoles aparecieron tres paquetes más, con un peso cercano a los 100 kilos.
El procedimiento se desarrolló durante dos jornadas con efectivos que recorrían los campos con motos enduro en busca de más paquetes de la sustancia. La secuencia se da en el marco de una investigación encabezada por Gendarmería Nacional a una organización narco que utilizaría la modalidad de traslado en avioneta desde país limítrofes y descarta la droga arrojándola en la llanura argentina.
El domingo 17 de abril, productores agropecuarios de la zona rural de Rancagua, cerca de Pergamino, dieron con varios bultos de papel metálico perdidos en un lote de soja. Por eso, alertaron a la Policía. Los agentes confirmaron que era cocaína por un total de 90 kilos. Y cuando notificaron a la Justicia Federal, el juez federal de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo y el fiscal Matías Di Lello dispusieron un nuevo rastrillaje.
No muy lejos, en un radio de 500 metros, los agentes encontraron otros 30 envoltorios que sumaron otros 60 kilos. Los ladrillos estaban semienterrados en los lotes por el impacto de la caída y el paso del tiempo. Los panes tenían estampado el sello de un felino: el logo de la serie animada Thundercats.
Se comprobó entonces que los paquetes eran idénticos a otros que habían sido secuestrados tres meses antes, el pasado 19 de enero, durante un operativo que incluyó vigilancias encubiertas entre los maizales y culminó con la detención de cuatro personas y el secuestro de 130 kilos de cocaína que habían sido arrojados desde una avioneta que partió desde Bolivia.
Una modalidad similar se vio en videos difundidos en el juicio al sindicado líder narco Esteban Lindor Alvarado. En esas imágenes filmadas desde una camioneta puede verse que en un camino rural aterriza un avión de pequeño porte, desde el que se ve que tiran un bulto que contenía aparentemente ladrillos de cocaína.


