La Justicia federal investiga el intento de contrabando de casi 470 kilos de cocaína de máxima pureza hallados en el buque cerealero Ceci, atracado en el puerto de Vicentin en San Lorenzo. La embarcación partió de Emiratos Árabes Unidos y tenía como destino final Ámsterdam. Las autoridades trabajan sobre distintas hipótesis para determinar cómo fue “contaminado” el buque internacional. Según el testimonio de un imputado colaborador, los 469 kilos de cocaína habrían sido recogidos del agua en las inmediaciones del puerto de Montevideo.
La droga estaba oculta en una cámara frigorífica del barco, distribuida en 16 bultos estancos que contenían 26 ladrillos cada uno, embalados con materiales impermeables y uno de ellos con un GPS adherido. También se hallaron flotadores, boyas y elementos que sugieren que el cargamento podría haber sido arrojado al agua para su recolección posterior, una modalidad sofisticada que refuerza la hipótesis de una organización criminal con alto nivel de profesionalismo.
El operativo, considerado el mayor en la historia del puerto de San Lorenzo, fue posible gracias a una denuncia de la Unidad de Información Financiera (UIF), que advirtió maniobras sospechosas en la embarcación y presentó la causa ante la Fiscalía Federal de San Lorenzo. A partir de ese informe, se desplegó un procedimiento conjunto entre la UIF, la Prefectura Naval Argentina, la Dirección General de Aduanas y el Ministerio Público Fiscal.
- Si bien por ahora sólo hay un detenido —el cocinero del barco, de nacionalidad filipina— la Justicia mantiene retenida a toda la tripulación para avanzar con la investigación. Se analizan los dispositivos electrónicos secuestrados a bordo y se trabaja en cooperación con agencias internacionales para revisar posibles antecedentes de los tripulantes.
Los investigadores manejan dos hipótesis principales sobre el ingreso de la cocaína al buque: una señala que fue introducida en San Lorenzo a través de una lancha que habría entregado víveres sin ser revisados a tiempo. La otra, que los paquetes fueron cargados previamente en el puerto de Montevideo, escala previa del recorrido. En ambos casos, se destaca el uso de la Hidrovía Paraná-Paraguay como ruta estratégica del narcotráfico, una vía que ya había sido señalada como de alto riesgo en la Evaluación Nacional de Lavado de Activos.
El cargamento tenía un valor estimado de seis millones de dólares en origen, aunque esa cifra se cuadruplica en los mercados europeos. De visita en San Lorenzo, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, señaló que “con este procedimiento se superan todos los récords de incautación en lo que va del año” y reafirmó el compromiso del gobierno nacional con el desmantelamiento de las redes de narcotráfico.
La causa, a cargo del juez federal Carlos Vera Barros y del fiscal Claudio Kishimoto, sigue su curso con el foco puesto en la ruta del dinero, el funcionamiento del entramado logístico y la posible vinculación con otras organizaciones transnacionales.
