La fiscal Gisela Paolicelli, a cargo de la investigación por el crimen del subinspector Leoncio Bermúdez en las puertas del Hospital Provincial, confirmó que los sicarios fueron a rescatar al preso Gabriel Guillermo Lencina (29), que había sido trasladado al nosocomio para una atención médica. En esa línea, agregó que los agresores forcejearon con los dos agentes del Servicio Penitenciario que custodiaban en la sala de guardia y a uno de ellos le robaron el arma reglamentaria y le dieron un culatazo en la cara.
En conferencia de prensa desde el Centro de Justicia Penal, la fiscal afirmó que hasta el momento “hay dos hipótesis” sobre el ataque perpetrado en la noche de martes. “O lo iban a rescatar o le iban a hacer daño. Yo particularmente me inclinaría más por la hipótesis de que lo quisieron rescatar porque tuvieron oportunidad de dispararle al detenido. Lo tuvieron de frente”, detalló.
“Se busca establecer cómo se filtró la información de que estaba ahí el preso. Se investiga naturalmente al Servicio Penitenciario porque estaban a cargo de la custodia del detenido. Se secuestraron teléfonos. Había dos a cargo de la custodia, más tres en el vehículo de traslado. A uno solo le sacaron el arma”, ahondó Paolicelli.
En esa línea, la fiscal del caso también remarcó que los agresores del policía “ingresaron armados” a la guardia del Hospital Provincial. Sostuvo que dos de los tiradores “se dieron a la fuga en un vehículo estacionado” en inmediaciones del centro de salud.
Allanamiento tras el crimen
En el pabellón 9 de la cárcel de Piñero, donde se encuentra alojado Lencina, hay 40 celdas y una población de 91 reclusos, de acuerdo al relevamiento hecho en el lugar. Allí, los agentes desarrollaron un allanamiento en el que secuestraron 15 bochas de cocaína, 114 de marihuana, trozos de marihuana, cuatro celulares rotos, cargadores de teléfonos y chips de celulares.
Por Lencina, sicarios ingresaron al Provincial este martes por la noche con el aparente objetivo de rescatarlo, según afirmó la fiscal Paolicelli. En ese marco, forcejearon con dos agentes del Servicio Penitenciario que lo custodiaban, le robaron el arma reglamentaria a uno de ellos, le dieron un culatazo en el rostro y en la fuga realizaron disparos que hirieron a una familiar de un paciente que estaba en el sector de guardia.
Uno de los gatilleros, al salir del hospital se chocó de frente con el policía Bermúdez, a quien le disparó en el tórax y en la cabeza. Luego, al continuar la huida le dieron otros cuatro tiros más al destacamento, donde estaba la hija de 11 años del agente asesinado, que acompañaba a su padre en su jornada laboral y resultó ilesa.
Fuentes: Fiscalía, Rosario3.com y Diario La Capital.