Un hombre sindicado como líder de una banda que asoma detrás de varios hechos de violencia en los barrios Ludueña y Empalme Graneros fue arrestado este jueves por la tarde en el marco de un operativo de vigilancia desarrollado por la Agencia de Control Policial bajo las órdenes del fiscal de Balaceras, Pablo Socca.
Se trata de Mauro G., quien tenía pedido de captura en una investigación por tiroteos y extorsiones en contexto de disputas con otro grupo vinculado a Esteban Lindor Alvarado.
El procedimiento se basó en que aparentemente una persona con pedido de captura, sindicado como una de las partes de una disputa violenta que puso en vilo al barrio, había estado detenido en la comisaría 12ª sin que se notificara a la Fiscalía. Se trataba de Mauro G., a quien los investigadores buscaban en el marco de una causa por balaceras y extorsiones y a quien ubican como cercano a Los Monos, sobre todo por su vínculo con Cristian Leonel “Larva” Fernández, asesinado en abril pasado.
El fiscal tenía una investigación por usurpaciones y balaceras en más de cuarenta hechos, de la que G. sería el líder. En ese contexto llegó a los oídos de Socca que G. habría estado detenido en la seccional, dato que intentó certificar en el allanamiento, causa que sigue en curso. En tanto y por información de calle, los policías pudieron determinar que una mujer llamada C. sería la pareja del hombre buscado y así fue que se ordenó una guardia discreta sobre un domicilio de Perito Moreno al 1400.
El fiscal supervisó las acciones policiales y luego de tres días de que agentes de Control Policial se apostaran en cercanías de la vivienda de manera encubierta, lograron establecer algunas actitudes de la mujer que los llevaron a la captura. A media mañana del jueves C., pareja de G., salió del domicilio para hacer trámites bancarios y una brigada no le perdió paso hasta su vuelta a la vivienda.
Cerca del mediodía llegó a la vivienda un auto con dos niños, a los que los policías identificaron como los hijos de G. Una media hora después el mismo G. salió de la casa y luego de comprobar por fotos prontuariales de que se trataba del hombre que buscaban lo detuvieron en plena calle, vestido con una campera de Newell’s. Horas más tarde, la Policía allanó la casa de C. en busca de material que pueda ser de utilidad para la causa en la que está implicado G.
La semana del allanamiento de la seccional que tiene jurisdicción sobres los barrios Empalme Graneros y Ludueña, el asesinato de Mauro Fleita fue el hecho más conmocionante. Se trataba de un joven de 28 años que recibió al menos 19 balazos cuando salía de la casa de su ex novia en Felipe Moré al 600 bis, una cuadra que es escenario del conflicto en cuestión y en la que en abril hubo otros dos homicidios y varias balaceras.
El trasfondo de esa disputa pone a G. de un lado y del otro a quienes manejan el narcomenudeo en esa cuadra bajo las órdenes de Fran Riquelme, preso en Coronda por la balacera contra Mariana Ortigala, testigo en el juicio contra el sindicado líder narco Esteban Lindor Alvarado.
Antes de esa audiencia hubo un episodio que puso el foco en la comisaría 12ª: fue el martes, cuando familiares y amigos de Mauro Fleita se manifestaron en la puerta de la seccional. El jueves, en tanto, se realizó la inspección de la Agencia de Control Policial en la cual el fiscal Socca tomó copias del libro de guardia y de la nomina del personal, aunque no secuestró teléfonos ni hubo detenidos. El rumor que motivó el procedimiento era que G. había estado en la comisaría sin que la fiscalía fuera notificada.
En la Justicia provincial tenía pedido de captura por una investigación vinculada a balaceras y extorsiones. En Ludueña aseguran que es quien controla la venta de droga en sus calles y se disputa el negocio con otros vendedores de la zona, como Fran Riquelme en el caso de los límites con Empalme Graneros. Para eso, indican, “tiene un ejército de pibitos que lo siguen y lo blindan”.
Fuentes: Rosario3.com y Diario La Capital.