Las acciones de Facebook, empresa propietaria de la red social homónima y de compañías como Instagram y WhatsApp, entre otras, sufrieron este lunes una caída del 4,9% en la Bolsa de Nueva York, luego de que sus servicios sufrieran el apagón más prolongado de la plataforma desde 2008.
La cotización de las acciones abrió a un valor de US$ 334,55 y llegó a un piso de US$ 323,13, más de 10 dólares menos, para estabilizarse en los US$ 326.
En consecuencia, la riqueza personal de Mark Zuckerberg -dueño y fundador de la compañía- se redujo en casi US$ 7.000 millones en pocas horas, lo que se suma a una caída de alrededor del 15% desde mediados de septiembre.
La caída de las acciones del lunes redujo el valor de Zuckerberg a US$ 120.900 millones, cayendo por debajo de Bill Gates al número 5 en la lista “Índice de multimillonarios de Bloomberg”, pérdidas que ascienden a unos US$ 19.000 millones desde el 13 de septiembre, cuando valía casi US$ 140.000 millones, de acuerdo con el índice publicado por Bloomberg.
La de este lunes es la interrupción más prolongada de Facebook desde 2008, cuando sus servicios se cayeron durante casi un día entero por un error que dejó a muchos de los 80 millones de usuarios de la plataforma sin poder cargar sus líneas de tiempo por un error, según CNBC.
Con más de 2.890 millones de usuarios activos mensuales en el último trimestre -según cifras autoinformadas de la compañía- Facebook es la plataforma de redes sociales más popular del mundo.
Esta caída en el precio de las acciones se suma a las desencadenadas por una serie de publicaciones que el Wall Street Journal inició el 13 de septiembre, basadas en documentos internos que revelaban que Facebook conocía una amplia gama de problemas con sus productos.
Entre estos se ubican el daño de Instagram a la salud mental de las adolescentes y la desinformación sobre los disturbios del 6 de enero en el Capitolio de los Estados Unidos, entre otras cuestiones.
Sin embargo, la empresa minimizó estos hechos en público al enfatizar que los problemas que enfrentan sus productos, incluida la polarización política, son “complejos y no son causados solo por la tecnología”.