La provincia de Santa Fe contará por primera vez con un avión hidrante propio para combatir incendios. La aeronave, que demandará una inversión oficial de $5.500 millones, podrá intervenir tanto en focos pequeños como en siniestros de gran magnitud, incluso en zonas de difícil acceso. La licitación internacional ya fue lanzada y el 15 de mayo se abrirán los sobres con las ofertas. El avión formará parte de la Dirección Provincial de Movilidad y Aeronáutica, dependiente del Ministerio de Gobierno.
Según detalló el secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo, el avión permitirá “acortar los tiempos de respuesta y reducir la exposición de los brigadistas en terrenos complicados”. También aclaró que su uso estará coordinado con las condiciones logísticas y climáticas: “Debe ser parte de un esquema de trabajo organizado y seguro”.
La aeronave será anfibia, con pontones y ruedas, y podrá operar desde pistas no preparadas, caminos de tierra o cuerpos de agua. Tendrá una capacidad mínima de 3.000 litros, podrá despegar en menos de 10 minutos desde la orden de intervención, y recargar agua en 20 segundos en entornos acuáticos o en menos de 10 minutos en tierra.
Entre los requerimientos técnicos figuran: motor turbohélice de al menos 1.600 shp, hélice metálica de cinco palas, estructura reforzada, airbag, GPS, compuerta programable para lanzamiento de agua, y un diseño de alta visibilidad en color amarillo con franjas azules.
El avión también deberá alcanzar una autonomía de tres horas, una velocidad de crucero de al menos 170 nudos, y maniobrabilidad suficiente para operar en áreas reducidas o sin infraestructura.
Hasta ahora, la Provincia dependía del alquiler de aeronaves para hacer frente a los incendios, especialmente en los humedales del Delta y en zonas rurales del norte. Esta incorporación busca reducir esa dependencia y mejorar la respuesta ante emergencias ambientales.