La selección argentina sub 23 tuvo un electrizante debut en los Juegos Olímpicos de París 2024, que terminó en escándalo. Por la primera fecha del grupo B, el equipo de Javier Mascherano perdía 2-0 con Marruecos en Saint-Ettiéne, pero descontó con un grito de Giuliano Simeone y Cristian Medina lo empató en la última jugada. Tras la igualdad, arrojaron petardos y proyectiles desde una platea cercana al banco argentino, hubo corridas e invasión de hinchas marroquíes al campo de juego, por lo que el árbitro interrumpió el partido.
Sin embargo, una hora y 40 minutos después el juez dispuso que el encuentro continúe y el VAR anuló por offside el segundo tanto albiceleste. Tras disputarse tres minutos más, el encuentro terminó con derrota para Argentina en su primer encuentro.
Los africanos sacaron dos goles de ventaja a través de un doblete de Soufiani Rahimi, pero Simeone, uno de los hijos del Cholo, marcó el descuento y, en el minuto 15 del tiempo agregado, Medina, el delantero de Boca, sentenció el empate. Pero la conquista del mediocampista xeneize fue anulada una hora y 40 minutos después luego de que el juez sueco Glenn Nyberg revisara la jugada en el VAR.
A través de las redes sociales, los campeones del mundo de la selección mayor se hicieron eco del escandaloso final. «Insólito», escribió el capitán Lionel Messi, mientras que Rodrigo De Paul envió mensajes de apoyo. El DT Mascherano expresó que «lo que pasó hoy fue un escándalo, no es un torneo de barrio, son los Juegos Olímpicos».
El partido se desarrolló desde el inicio con un clima tenso. El himno argentino fue silbado y la invasión violenta de marroquíes tras el empate que luego fue anulado derivaron en la suspensión. Terminó sin hinchas en las tribunas, que daban por hecho el 2-2 que finalmente fue derrota.