La Scaloneta argentina volvió a ganar. Tras la caída en la fecha pasada de las Eliminatorias Sudamericanas, Argentina se repuso en el clásico ante Brasil en el Maracaná en un duelo cargado de tensión y que tuvo incidentes en la previa entre la policía local y los hinchas argentinos que demoró por casi media hora el inicio del partido. Es la primera vez que la Verdeamarelha pierde en casa en toda su historia por la competencia clasificatoria al Mundial.
Un frentazo de Nicolás Otamendi marcó la diferencia y le dio el 1-0 al campeón del mundo como visitante. El conjunto albiceleste tuvo que pelear y tener paciencia durante el desarrollo del encuentro, ante una intensa presión brasileña que derivó en numerosas faltas que impidieron el juego por abajo de la visita.
Con un Lionel Messi a media máquina por una molestia y Julián Álvarez luchando contra los zagueros de la Verdeamarelha, a la Argentina le faltó peso en la zona de ataque y peleó mano a mano en una gran noche del fondo, con Otamendi y Cristian Romero como estandartes.
Con poca generación de juego en zona de ataque, la Scaloneta se armó de paciencia y resistió los embates de los veloces atacantes locales. Incluso el arquero Emiliano Martínez dijo presente con dos buenas atajadas en el complemento.
Cuando parecía acorralado contra su arco, el seleccionado campeón del mundo se conectó y generó un corner a los 63 minutos que el rosarino Giovani Lo Celso envió al corazón del área y que encontró la cabeza de Otamendi, que ganó en las alturas y la colocó en el ángulo.
Estirando los minutos y tocando de un lado a otro, con personalidad, Argentina aguantó en el Maracaná y sumó tres puntos vitales para enderezar el camino en las Eliminatorias luego de la sorpresa derrota en La Bombonera de hace unos días atrás. La infantil expulsión de Welington por un manotazo en la cara de Rodrigo De Paul, otro de los puntos altos, hizo terminar con un jugador menos a Brasil, que fue un manojo de nervios en el cierre y perdió por primera vez tres partidos en fila.
