En la última jugada, Central rescató un empate en su visita a Tigre en Victoria. El Canalla encontró el 2-2 en el final y pudo sobreponerse luego de un primer tiempo en el que el local fue superior y exigió al arquero visitante Gaspar Servio. Juan Cruz Komar abrió la cuenta con un gol que fue anulado inicialmente por offside y luego convalidado vía VAR, pero rápidamente Tigre lo empató a través de un anticipo de Mateo Retegui a Servio y se puso al frente en el inicio del complemento con un gol de rebote de Colidio tras otra floja respuesta de Servio a un tiro libre con pique previo de Menossi.
Cuando el equipo de Miguel Ángel Russo se decidió a ir en busca del empate con los ingresos de los juveniles Gino Infantino y Alejo Véliz, de reciente participación en el Sudamericano Sub 20 para el seleccionado argentino, puso contra las cuerdas a Tigre.
Por varias intervenciones el arquero Gonzalo Marinelli se convirtió en una de las figuras de la noche. El cerrojo defensivo se rompió en la última jugada del partido, cuando pisando el minuto 51′ del complemento el zurdo Ignacio Malcorra envió un centro que conectó de cabeza el uruguayo Facundo Mallo y tras un pique acabó en el fondo de la red. La participación de Jhonatan Candia en la jugada puso en suspenso el desenlace; el VAR dio por válido el gol y se terminó el partido.
Tras el triunfo conseguido en casa en la primera fecha, el Central de Russo sigue invicto al término de la segunda jornada del campeonato. Un trabajado 1-0 sobre Argentinos en el Gigante de Arroyito fue la antesala de este segunda dura parada como visitante de Tigre, un equipo con más desarrollo y que apunta a ser protagonista del torneo. Los pasajes en los que conectaron mediocampistas y atacantes, Servio tuvo que responder, a pesar de sus dos dubitativas participaciones en los goles del Matador.
Con Malcorra como una de las banderas para la generación de juego y aportes de Kevin Mac Allister, sumado a los ingresos de los pibes Infantino y Veliz, el Canalla mostró una mejor versión en la recta final del encuentro, cuando ya estaba obligado a ir en busca de la igualdad. Sin demasiada creatividad en la elaboración y más empuje que juego, el grito llegó en el final y con un cabezazo de Mallo. Tanto el uruguayo como Komar perforaron la red rival y siguen sumando confianza en este semestre, al igual que el recién llegado Carlos Quintana. Peligrosos en ataque, todavía se encuentran en proceso de adaptación para el rearmado de una defensa que lleva años sin aportar confianza y que expone a sus arqueros.