Central no logró salir de su racha negativa y volvió a decepcionar con una derrota 1-0 ante Barracas Central en el Gigante de Arroyito. El equipo dirigido por Matías Lequi tuvo un primer tiempo sin precisión frente al arco rival y en el complemento sufrió un golazo del que no se pudo recuperar. Frente a su hinchada, el Canalla casi no logró logró inquietar al arquero rival y evidenció una falta de contundencia que sería letal.
La debacle llegó en el segundo tiempo, cuando apenas a los 20 segundos del inicio, Barracas aprovechó un despeje corto de Sandez que Bruera convirtió en gol con un potente disparo al ángulo. La sorpresa y el golpe emocional dejaron a Central sin reacción, y apenas un minuto después, la expulsión de Franco Ibarra agravó la situación, dejando al equipo desarmado y a merced de su rival.
Cuestionado, entre murmullos, el DT Lequi intentó mover el equipo, pero los cambios no lograron revertir el rumbo. Lovera y Ocampo ingresaron buscando mayor dinamismo, pero la falta de cohesión y seguridad en el mediocampo dejó a Central expuesto. En un Gigante golpeado y con el equipo sin generar peligro, Barracas tomó el control, jugando en campo rival y administrando los tiempos hasta el final.
En conferencia de prensa, el técnico Matías Lequi no escatimó en autocrítica. “Por contexto, por cómo se dio, este fue el peor partido”, admitió, señalando que el equipo no estuvo «a la altura de las circunstancias». Lequi reconoció que el rápido gol y la expulsión terminaron afectando emocionalmente al equipo: «El gol y la expulsión tan rápida hizo que el equipo no pudiera tener una reacción».
Consultado sobre el descontento del público, el entrenador expresó su comprensión: «Está bien que se repruebe si el equipo no da lo que la gente espera, es natural que se exprese». Pese a las adversidades, Lequi mantuvo su postura firme sobre su rol en el club: «Yo estoy bien, como el primer día. Estoy y estaré siempre que el club necesite una mano».
Con esta derrota, Central transita un final de torneo sin objetivos claros y sin el respaldo de su hinchada. A pocos partidos del cierre, las dudas sobre el rendimiento del equipo y su proyección se profundizan, y el cuerpo técnico deberá encontrar respuestas rápidas para cerrar el torneo con dignidad.
