Central sufrió una dura derrota en casa frente a Barracas Central y llega golpeado al clásico rosarino de la próxima semana. El Canalla empezó ganando, pero se fue quedando en el complemento y terminó en caída por 3-1 en el Gigante de Arroyito frente a uno de los recientemente ascendidos. Marco Ruben, de penal a los 34′, había abierto el marcador; Carlos Arce, Bruno Sepúlveda y Facundo Castro revirtieron el score.
El equipo del Kily se fue entre insultos en la antesala del clásico. Un golazo de Arce marcó la igualdad, un error de Juan Cruz Komar derivó en el segundo de la visita y finalmente Castro puso el sello a la victoria de los conducidos por Alfredo Berti.
El equipo del Kily González dejó una sensación de debilidad similar a la que mostró ante Godoy Cruz, la última vez que había pisado el Gigante de Arroyito. El empate del equipo de Berti fue un duro golpe anímico, pero el error de Komar que permitió el segundo fue letal.
La gente sumó un rumor de reprobación que de a ratos eran gritos e insultos y los jugadores sintieron que el peso de la presión. Los errores se multiplicaron y con más de media hora por jugar no generó ni una chance de peligro. Central se cayó anímicamente y nunca volvió al partido. Le pasó ante el Tomba y lo repitió ante el Guapo.
En el primer tiempo, el canalla fue paciente, generó espacios por los costados y dio la sensación de que mereció la ventaja que finalmente llegó a través de un penal ejecutado por Marco Ruben.
En el complemento, el sorprendente bombazo de Carlos Arce igualó el partido y terminó de romperse con un mal pase de Komar hacia atrás para Servio, que aprovechó Sepúlveda. Ya con todo el peso en la espalda y las dudas en la cabeza, llegó el tercero de Castro de media vuelta.
El Canalla llega al clásico del domingo de la peor manera. No solo por haber perdido, sino porque no mostró rebeldía, porque anímicamente se vio superado por la situación y porque futbolísticamente no hubo respuestas.