En el marco del operativo de contingencia desplegado ante la persistencia de las sostenidas lluvias que vienen afectando a la región, la secretaria de Obras Públicas municipal, Susana Nader, recorrió junto a equipos técnicos del área, distintos sectores de la ribera del arroyo Saladillo en la zona sur, a los efectos de monitorear la situación de las barrancas y bordes y el cauce del mismo.
La funcionaria mencionó que “se ha comprobado efectivamente que la cascada del arroyo Saladillo ha retrocedido entre 70 y 100 metros y lo seguirá haciendo algunos metros más”, a la par que aclaró que, por el momento, las viviendas ubicadas en carcañías del cauce, en el sector conocido como Tiro La Paloma, no se encuentran en riesgo por el fenómeno climático.
Asimismo, Nader, que dialogó con los vecinos del sector, recordó que desde el inicio de la semana el municipio, a través de sus distintas áreas, viene monitoreando de forma permanente la situación del arroyo y destacó que se lo seguirá haciendo en las próximas horas.
Por la mañana, cuadrillas operativas de distintas áreas del municipio y provincia culminaron las tareas de desagote y normalización de los reservorios inundados en la zona de barrio Las Flores de Flor de Nácar al 7300, donde se vio afectado un grupo de familias asentadas en forma irregular en tierras reservadas para contener desbordes del curso de agua. Al respecto, el subdirector de Defensa Civil municipal, Gonzalo Ratner, indicó que ya a mediodía se había normalizado la situación en ese sector y que concretado el escurrimiento y las tareas de asistencia a afectados a cargo de Promoción Social, con apoyo de Gendarmería, Control Urbano y Defensa Civil, se dispuso mantener una guardia permanente en el lugar para monitorear la evolución de la coyuntura ante la reincidencia de lluvias y alertas meteorológicas.
Igualmente, Ratner confirmó que el nivel del Saladillo registró una notoria baja durante el transcurso de la jornada tras el fin de las últimas lluvias extremas, pese a la persistencia de precipitaciones de menor magnitud.
El funcionario ratificó que no se registraron evacuados ya que las 25 familias que en principio se habían visto más afectadas en la referida zona fueron asistidas en el mismo lugar por cuanto habían optado por no abandonar su lugar de residencia. En este sentido, cabe destacar que se trata de viviendas emplazadas de manera precaria sobre las citadas franjas de reservorios, tierras particularmente no aptas para residir precisamente por estar despejadas al solo efecto de contemplar el ingreso de agua allí ante determinados niveles de crecimiento del arroyo.
Desde las primeras horas de la tarde del lunes 10 de agosto, equipos de Defensa Civil, la Coem (Central de Operaciones de Emergencia Municipal), las secretarías de Obras Públicas y de Promoción Social, y las ASU (Áreas de Servicio Urbanos), estuvieron trabajando intensamente a la altura de calle Flor de Nácar al 7300, donde se colocaron bombas de extracción que, como explicó Ratner, culminaron esa labor de desagote sobre el mediodía del miércoles.
El plan de contingencia se puso en marcha con anticipación
Desde el martes 4 de agosto, autoridades provinciales y municipales vienen trabajando en forma preventiva con motivo de las tormentas que posteriormente afectaron a la ciudad. Las tareas específicas que se delinearon para cada área, tanto municipales como provinciales, permitieron amortiguar el impacto de la lluvia caída en la ciudad de Rosario.
Al respecto, el secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, recordó que la intendenta Mónica Fein convocó a su gabinete en la tarde del martes en el distrito Sur, donde se analizó el desempeño de las secretarías más directamente involucradas con las tareas de contingencia y el análisis de la situación hídrica.
“Hace aproximadamente unos diez días la Secretaría de Obras Públicas y equipos municipales y provinciales concretaron una reunión previa ante los primeros avisos meteorológicos sobre los fenómenos que después atravesaron a gran parte de nuestro país. Se trazó un plan de contingencia y durante todo el fenómeno de lluvias más intensas la ciudad respondió realmente bien”, agregó el funcionario.
Asimismo, recordó que “en otros momentos, con lluvias similares a éstas, eran necesarias bombas de achique en barrios como Nuevo Alberdi, Villa Banana, en sectores de Empalme Graneros, Los Pumitas. Ahora todo esto no ocurrió y eso es producto de un fuerte trabajo de las áreas urbanas del municipio. En rectificación de zanjas y en otras tareas de Aguas Santafesinas, con obras públicas y mantenimiento de miles de sumideros y bocas de tormenta”.
Asegurado amplió que el operativo desplegado incluye el monitoreo permanente “de las dos cuencas que impactan de manera más importante en nuestra ciudad como son las del Ludueña y del Saladillo” y agregó que en el primer caso el curso de agua “funcionó de manera excelente salvo un escurrimiento mínimo en la zona de Nuevo Alberdi y rural”. Con respecto al Saladillo, indicó que el pico de nivel se registró el lunes y que desde entonces empezó a amesetarse y bajar.
Sobre los inconvenientes registrados, el funcionario los ubicó “en dos hondonadas de barrio Las Flores, dos bajos que en el barrio se sabe que son reservorios de aguas. Son lugares naturales, donde en situaciones como éstas el agua se desplaza, pero que son permanentemente ocupados por familias en condiciones precarias y nosotros siempre decimos que ahí no se pueden asentar. También estas áreas se llenan muchas veces de residuos, de deshechos de quienes trabajan con la recolección informal y debemos estar limpiando permanentemente para garantizar los desagotes”.
En el mismo sentido señaló que “otro lugar puntual fue el sector que conocemos como Tiro de la Paloma, enfrente del Molino Blanco, donde también hace aproximadamente unos dos o tres años un grupo de familias tomó ese sector que está muy pegado al borde del Saladillo, y donde el martes el agua llegó muy cerca de las casillas precarias”.