El supuesto llamado del papa Francisco a una familia de la localidad de San Lorenzo por una carta de una mujer casada con un divorciado, reavivó el tema de la comunión a los fieles separados y con una nueva unión, que la Iglesia católica analizará en octubre en el marco de un sínodo, cuyo tema central será la familia.
Mientras Julio Sabetta asegura haber hablado con el Sumo Pontífice, curas de la zona no le creen y desestiman la idea de que lo haya llamado por este tema.
«Hoy me pasó una de las cosas más lindas después del nacimiento de mis hijas. Tuve la llamada en mi casa de nada más ni nada menos que del papa Francisco. Gracias Dios por esta bendición», había escrito en Facebook el creyente.
Sabetta contó que es divorciado y se casó nuevamente por civil con Jaqueline Lisbona, con quien tuvo dos hijas, que «tomaron la comunión y la confirmación en tiempo y forma».
«Cuando ellas tomaron la confirmación, a mi mujer no la dejaron comulgar porque estaba casada con un divorciado. El cura le dijo que, por más que se confesara y comulgara, cuando volviera a su casa iba a estar en pecado otra vez», relató el hombre.
La situación también puede leerse como un golpe bajo proveniente del Vaticano para el arzobispo José Luis Mollaghan. Sin embargo, al no poder confirmarse la verosimilitud del llamado, bien vale el momento para reavivar el debate.