Tras la polémica medida de cerrar el popular bar El Paso Sport en exclusiva para hinchas de Newell’s, llegó un ataque a la madrugada. Tan previsible como violento, alrededor de las 3.30 de la madrugada un grupo de personas se arrimó a la zona de avenida Pellegrini y Paraguay y produjo destrozos en vidrios laterales y luego arrojó dos neumáticos prendidos fuego. Las cámaras de seguridad registraron el hecho.
Si bien no se registraron heridos ni pérdidas materiales de consideración, fue grande el susto para empleados que arribaron al lugar cerca de las 4 y debieron llamar a los bomberos para apagar las llamas que se iniciaron por los neumáticos.
Es triste pensar que el hecho sea previsible por la medida que tomaron sus dueños de cara al clásico, pero también da cierto rechazo la forma en que se manejó la situación y que incitó a la violencia a los hinchas de Rosario Central.
Según contó Vilma, encargada del negocio, a medios locales, no se sabe a quién atribuir el ataque pero la sensación está bastante clara: “Suponemos que es consecuencia del clásico del fin de semana. Nos encontramos con esto a las 4 de la mañana”.
“Quedó mucho humo y hollín. Por lo que nos dijeron, arrojaron adentro las cubiertas encendidas. Por suerte fueron daños materiales porque no había nadie en el bar en ese momento”, explicó la encargada.
Así llegó el violento ataque a El Paso. Un ataque que se preveía por la determinación que dio vueltas por los medios de la ciudad y que enfureció a los hinchas canallas, que volvieron a dar muestra de la violencia con la que se vive el fútbol en la ciudad y la rivalidad que existe con Newell’s.
Previsible y violento ataque a El Paso
