Aún no se sabe cuál puede ser el impacto en Rosario, donde el nivel del agua se encontraba, por estas horas, dentro de los parámetros normales, pero se estimaba que también serían las islas las más afectadas.
“Junto a Prefectura mantuvimos reuniones con intendentes y jefes comunales de Villa Ocampo, Reconquista, Las Toscas y otras localidades del norte para definir acciones conjuntas para minimizar el impacto”, explicó este miércoles el director provincial de Defensa Civil, Marcos Escajadillo.
“La primera preocupación pasa por la población isleña y el ganado”, reconoció el funcionario, y dijo que se analiza trasladarlos, llegado el momento, a las localidades más cercanas de acuerdo a cada caso.
Escajadillo explicó que el curso del Paraná que pasa por el norte santafesino llevará “su cauce de agua prácticamente completo” cuando llegue el pico de la crecida, estimado “para el próximo 20 de julio aproximadamente”. Para ese entonces se habrá incrementado el nivel en unos dos metros.
Sin embargo, destacó que el mismo será “de pocos días de duración”, aunque igual se extremarán las medidas para mantener la situación bajo control.
A su turno, el responsable de la modelación y pronóstico hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borus, apuntó que “estamos ante un crecida del río Iguazú que se asemeja a la de 1992, el máximo registro”.
“Obviamente, la onda de crecida se va a propagar durante todo el mes de julio. Alrededor del 20 de julio alcanzaría la máxima en el puerto de Santa Fe. Yo estimo que va a estar arriba de 6 metros. Esto significa que superará la marca de evacuación (5,70metros)”, advirtió.
Fuente: Rosario 3.