“Plomo y humo el negocio de matar”, fue el mensaje que quedó grabado por apenas unos minutos en uno de los laterales del Barquito de Papel, ubicado sobre la Avenida de La Costa y Francia, frente a Puerto Norte. La pintada había sido realizada por activistas en el marco del ecocidio arrasador en las islas entrerrianas frente a Rosario y también con el contexto de la situación social local, atravesada por la inseguridad, la violencia, las balaceras y los asesinatos casi como moneda corriente. Sin embargo, a los pocos minutos el mensaje fue despintado.
“En una ciudad intervenida por el humo a niveles irrespirables dos activistas intervienen el Barquito de Papel. No queremos ni humo ni narcos, la muerte viene en distintas presentaciones pero tiene los mismos responsables: el poder económico en complicidad con el poder político y judicial, no hay otra explicación. En la ciudad del Narquito de Papel el estado se hace humo”, expresó el fotógrafo Carlos Salazar (@homerofotos), que captó el instante de la pintada.
Un fin de semana irrespirable en toda la ciudad, con cambios de viento que alteran la percepción del olfato pero no la realidad: el fuego provocado intencionalmente arrasa y parece no tener freno. A la destrucción ambiental se suman siniestros viales por la baja visibilidad por el humo, dificultades respiratorias por la constante inhalación de aire contaminado y una indignante falta de compromiso de la Justicia y el Estado. Un combo que lleva años en el aire y del que nadie se hace cargo.
No es la primera vez que el Barquito de Papel es intervenido. El joven monumento ya fue víctima de pintadas de leprosos y canallas en sendas celebraciones y hasta de una inscripción que señalaba “Narquito”, en evidente referencia a la problemática del narcotráfico que cala hondo en la comunidad rosarina.