La concejala radical María Eugenia Schmuck elaboró un proyecto para incorporar multas gravosas a propietarios y/o inquilinos de casas que organicen fiestas clandestinas de gran escala. La propuesta surge a partir de la denuncia de vecinos de Fisherton, quienes expresaron su descontento con las celebraciones privadas, que se desarrollan principalmente en verano, que acaban convirtiéndose en boliches sin habilitación.
“Nuestro proyecto procura aplicar multas más gravosas para organizadores de eventos de magnitud sin habilitación. Hay que dejar claro que no nos referimos a celebraciones con familiares o amigos, sino a fiestas que cobran entrada, cuentan con baños químicos, DJ, seguridad privada, es decir, gran infraestructura pero ningún tipo de habilitación ni control”, analizó Schmuck.
En ese sentido, la edila consideró importante avanzar en legislaciones para evitar el corrimiento de ese tipo de eventos a Rosario, haciendo referencia a las penalizaciones que se imponen en Funes y Roldán: “Esta problemática no es nueva, por lo que estimamos imperioso avanzar con medidas concretas. Dado que Funes y Roldán ya cuentan con multas de entre 20 y 35 mil pesos para sancionar este tipo de eventos, tenemos que actuar rápidamente para evitar el corrimiento hacia nuestra ciudad, fundamentalmente a barrios como Alberdi, Fisherton, La Florida y otras áreas suburbanas”.
Asimismo, la concejala precisó que el proyecto no busca solamente preservar a los vecinos, sino también a los asistentes. “Estas fiestas constituyen un peligro para quienes concurren. Al no estar habilitado el espacio, no cuenta con salidas de emergencia, dispositivos de seguridad, de higiene ni ninguna otra medida preventiva necesaria para un evento tan grande”, comentó al tiempo que mencionó el caso de un vecino de Funes que sufrió una brutal golpiza por pedir que bajen la música.