Autoridades del Sanatorio de Niños en Rosario informaron en una rueda de prensa que el nene de 8 años con hepatitis aguda severa de causa indeterminada recibió el trasplante de hígado. “Hasta el momento se puede hablar de un trasplante exitoso”, remarcaron los médicos donde se desarrolló la delicada intervención quirúrgica.
- El órgano había arribado este martes por la mañana proveniente de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa; pertenecía a un joven de 18 años que falleció en un siniestro vial y había manifestado su voluntad de donar sus órganos. La intervención que se hizo fue “una reducción” para suplir el órgano en el nene receptor.
El doctor Alejandro Costaguta, jefe de la Unidad de Hígado y Trasplante Hepático del sanatorio privado, dijo que el equipo quedó “muy satisfecho” con la cirugía sobre el receptor. El Incucai había informado en la noche de este lunes que existía la posibilidad de tener un donante apto para el paciente, según comentó Costaguta.
Dentro del centro médico se decidió aceptar el hígado trasplantado. Un primer equipo quirúrgico se trasladó por vía aérea desde Rosario a Santa Rosa para extraer el órgano. En el sanatorio del centro rosarino se desarrolló durante más de seis horas la cirugía para el niño receptor. Más de 100 profesionales participaron de todo el complejo operativo.
Con respecto a la intervención quirúrgica en sí, el médico aseguró que en las primeras horas lo importante a nivel terapéutico es que no haya complicaciones derivadas de la operación. “En las primeras 24 horas vamos a estar enfocados en detectar complicaciones de la cirugía”, consignó el profesional a cargo.
Los pronósticos de recuperación del nene de la localidad de Funes son alentadores. “La ventaja es que es un niño sano previamente. Si uno remueve el problema, bruscamente se recupera. Si logra superar la cirugía, las chances son muy buenas”, comentó. Afirmó también que una vez superado el período post operatorio el infante estará en condiciones de hacer una vida totalmente normal.
“El paciente estaba muy crítico. Llegó en una situación prácticamente imposible de empeorar. Fue muy oportuna la llegada del donante”, expresó Costaguta, quien contó que entre una y tres veces al año suelen recibir casos como el de este paciente. “Esta es la excepción. Es lo raro de lo raro. Hay que evitar entrar en pánico porque puede ocurrir que uno crea que porque tenga hepatitis corra riesgo la vida y eso no es así. Es un grupo muy pequeño que termina en este tipo de evolución”.
El equipo asignado para trabajar en esta situación de riesgo vital fue de unas 100 personas. Al frente de la intervención quirúrgica estuvo el doctor David Biagola junto a un grupo de expertos médicos.
A modo de prevención, el doctor Costaguta reiteró un concepto que se viene repitiendo en los medios después de la trascendencia de este caso: “A las hepatitis que hay que prestarle atención es a las que se ponen amarillas. Cuando el blanco de los ojos se pone amarillo o la orina se pone muy oscura”.
El viaje entre la capital de La Pampa y nuestra ciudad fue de unos 55 minutos. Después de aterrizar el avión con el órgano a trasplantar en el aeropuerto de Fisherton, el equipo trasladó el hígado a un helicóptero. Este aparato tardó tres minutos en llegar desde el oeste de la ciudad al helipuerto ubicado en la zona de Córdoba y Oroño.