“En Chile descendieron entre 25 y 30 por ciento las muertes en siniestros viales. Y los test de alcoholemia positiva, que antes de la ley eran de un 22%, bajaron a un 3%. Por su parte, en la ciudad de Salta se redujo un 25% la siniestralidad. Asimismo, la ley de alcohol cero se aprobará en breve en Uruguay – hoy el límite es 0.3 y bajará a 0.0- y en Argentina cuenta con media sanción. Por lo tanto, lejos de ser un arrebato, la disociación absoluta de alcohol y conducción es una tendencia internacional y tema de debate en todos los países del mundo, que están rebajando los límites máximos permitidos”, afirmó.
De acuerdo a la iniciativa de alcohol cero en Brasil, la OMS se pronunció a favor: “Esta ley representa un modelo exitoso para ser seguido en el resto de las Américas pues su contenido pionero servirá como un patrón para la promoción de la seguridad vial y prevención de los percances viales, particularmente entre jóvenes”, cita un documento formulado por dicha organización.
Chale se refirió además a las citas de países desarrollados como casos modelo: “Últimamente hemos escuchado citas recurrentes sobre los países desarrollados. Hay que tener cuidado con esto. El consumo de alcohol es uno de los principales problemas en esos países. Es un error tomarlos como ejemplo de cada tema. En Estados Unidos, se producen 17 mil muertes anuales por accidentes viales vinculados al alcohol. El 40% del total de defunciones de jóvenes en accidentes de tránsito se relacionan con la ingestión de bebidas alcohólicas. Ante estas cifras alarmantes, 30 estados de Estados Unidos han promulgado leyes que establecen límites más bajos. En esos estados, las muertes descendieron un 22% con el límite 0,0 y un 17% con límite 0.2”.
El proyecto
La iniciativa, que cuenta con la firma de los concejales Miguel Ángel Cappiello y María Eugenia Schmuck, fue elaborada junto a la ONG Compromiso Vial y cuenta con el aval de la Secretaría de Control del municipio. Busca bajar el límite de alcoholemia a cero, contemplando medidas preventivas para los índices de 0 a 0.3 y sanciones económicas a partir de 0.3. Prevé incorporar cursos de reflexión obligatorios y crear un fondo público de lucha contra el alcohol al volante.
Asimismo, duplica las multas en los casos más graves: “El objetivo principal es aportar a crear una nueva cultura vial, disociando alcohol y conducción y entendiendo que cuando se maneja no se debe tomar ni una gota de alcohol. Hablamos de tolerancia cero porque planteamos medidas preventivas para quienes sean detectados con más de 0 gramo de alcohol en sangre y sanciones económicas a partir de 0.3”. Y agregó: “Debemos evitar la especulación dado que el modo que influye el alcohol en sangre depende de múltiples factores y varía de persona a persona. Está comprobado que todo consumo de alcohol, por más ínfimo que sea, afecta a la capacidad de conducción. Y los niveles más bajos también son nocivos porque el conductor no es consciente de los riesgos a los que se expone y no suele tomar las precauciones adecuadas. Por eso, la única tasa realmente segura es 0.0”.