Después de más de una década de ausencia, Rosario se prepara para revivir una experiencia invernal que marcó a generaciones: vuelve la pista de patinaje sobre hielo, y esta vez lo hace con todo. Desde el jueves 26 de junio y hasta el 3 de agosto, el Alto Rosario Shopping será sede de Alto Rosario On Ice!, una pista itinerante montada bajo una gran carpa en el estacionamiento del centro comercial, justo a tiempo para las vacaciones de invierno.
Para quienes crecieron en los años 80 y 90, el patinaje sobre hielo era sinónimo de emoción, caídas memorables y música pop en patines. Hubo una época en la que las pistas de hielo formaban parte del paisaje urbano de Rosario: una funcionó en Maipú al 1000, en el mismo inmueble donde luego brillaron boliches míticos como Stadium o Planet; otra en Necochea al 1600; también en San Martín al 500, avenida Eva Perón al 8800 y en el antiguo Patio de la Madera. La última experiencia, breve pero intensa, fue en 2009 en el Portal Rosario Shopping. Desde entonces, el hielo quedó congelado en el recuerdo.
Pero este invierno llega con novedades: Alto Rosario On Ice! promete recuperar temporalmente esa magia, con patines disponibles para todas las edades, música, luces y un espacio acondicionado para disfrutar la experiencia completa. La pista forma parte de una red de instalaciones itinerantes que ya pasaron por Mendoza, Salta, Buenos Aires y Villa Carlos Paz, y ahora aterrizan en Rosario con toda la ilusión de revivir un clásico invernal.
- El valor de la entrada será de $12.000 y la pista funcionará de domingos a jueves de 10 a 22 horas, y viernes y sábados de 10 a 00 horas. Se espera una dinámica con turnos rotativos de patinaje durante todo el día.
El plan perfecto incluye una vuelta por la pista, algo calentito para tomar, y el recuerdo inevitable de aquellas épocas. La propuesta no es solo para chicos: muchos adultos se animan a subirse a los patines, algunos por primera vez, otros en busca de esa postal familiar que quedó guardada en la memoria. Rosario vuelve a patinar. Y esta vez, el hielo no es solo una superficie: es un puente entre generaciones, una excusa para jugar y una forma de abrazar el invierno con alegría.
