Llegó a Central sin ser una figura excluyente y ni siquiera para ser titular. La lesión de Walter Acuña frente a Boca le abrió las puertas y fue el impulsor de la remontada en el Gigante de Arroyito. El DT Miguel Ángel Russo lo vio bien, lo bancó y tuvo su premio: gol en el clásico y triunfo ante Newell’s.
El delantero de apenas 163 centímetros de altura se hizo gigante y, luego de recibir un pase en profundidad de Rafael Delgado al minuto de juego del complemento, definió cruzado de zurda para abrir y cerrar el score del derby rosarino.
Niell suele convertir goles de los denominados ‘importantes’. Cuando jugaba en Gimnasia de La Plata, en 2009, convirtió sobre el final dos goles de cabeza para igualar la serie de Promoción ante Atlético Rafaela y dejar al Lobo en Primera.
Un gigante en frasco chico que comienza a mostrar sus credenciales en Central. De desconocido a titular, Niell buscará dejar su huella e intentar, ya con 30 años, asentarse en el Canalla y recibir el reconocimiento de todos.
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Niell, el héroe inesperado que definió el clásico rosarino
